19 dic 2023

La OMS pide medidas urgentes contra el consumo de cigarrillos electrónicos en niños y jóvenes


A través de un comunicado oficial, la Organización Mundial de Salud insta a adoptar políticas para proteger a los niños, jóvenes y a los no fumadores, prevenir el consumo de cigarrillos electrónicos y reducir todo lo posible los efectos de estos productos en la salud de las personas. No solo se ha demostrado que los cigarrillos electrónicos no ayudan a abandonar el tabaquismo a nivel poblacional, sino que hay pruebas alarmantes de sus perjuicios para la salud.

Asimismo, los fabricantes de tabaco que lucran con la salud de los consumidores están utilizando estos productos más novedosos para sentarse en la mesa de toma de decisiones con los gobiernos, con el fin de hacer lobby en contra de las políticas de salud. Estas empresas financian estudios para generar pruebas falsas de que estos nuevos productos reducen los daños para la salud, y las distribuyen ampliamente. Paralelamente, promocionan de forma agresiva los cigarrillos electrónicos entre los niños y los no fumadores, y siguen vendiendo miles de millones de cigarrillos.

Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, ha explicado que "los niños están siendo reclutados y atrapados a una edad temprana para usar cigarrillos electrónicos y podrían quedar enganchados a la nicotina. Las autoridades nacionales deben actuar con firmeza para prevenir el consumo de estos productos y proteger así a sus ciudadanos, sobre todo a los niños y los jóvenes".

El consumo de cigarrillos electrónicos es mayor entre los niños de 13 a 15 años que entre los adultos en todas las regiones de la OMS. Por ejemplo, en Canadá, se duplicó entre los jóvenes de 16 a 19 años entre 2017 y 2022, y en Inglaterra (Reino Unido) se ha triplicado en los tres años más recientes.

Por su parte, Ruediger Krech, Director del Departamento de Promoción de la Salud de la OMS, ha señalado que "las empresas y los influencers promocionan entre los niños cigarrillos electrónicos con más de 16 000 sabores distintos a través de las redes sociales. En algunos casos se utilizan personajes de dibujos animados y diseños elegantes que atraen a la generación más joven. El consumo de cigarrillos electrónicos entre los niños y los jóvenes está creciendo de forma alarmante y, en muchos países, llega a niveles superiores a el de los adultos".

Los cigarrillos electrónicos se han introducido en el mercado y se están promocionando de manera agresiva dirigida a los jóvenes. En la actualidad, 34 países prohíben su venta, 88 países no han establecido una edad mínima para comprarlos y 74 carecen de normativas sobre estos productos nocivos.

Los cigarrillos electrónicos con nicotina son perjudiciales para la salud y muy adictivos. Aunque no se conocen del todo sus efectos a largo plazo en la salud, se ha demostrado que liberan sustancias tóxicas que son cancerígenas o que aumentan el riesgo de sufrir trastornos cardiacos y pulmonares. Además, pueden afectar al desarrollo del cerebro y causar trastornos del aprendizaje en los jóvenes. Se sabe también que la exposición del feto a los cigarrillos electrónicos que utiliza la madre puede perjudicar su desarrollo. Incluso en la calle, cualquier transeúnte puede sufrir los efectos de las sustancias que emiten estos productos.

Toda exposición a material promocional de los cigarrillos electrónicos en las redes sociales, por breve que sea, puede generar el deseo de probarlos y actitudes positivas hacia ellos. Los estudios muestran sistemáticamente que los jóvenes que consumen cigarrillos electrónicos tienen casi tres veces más probabilidades de fumar cigarrillos posteriormente.

Los países que prohíben la venta de cigarrillos electrónicos deben velar por que se cumplan las normativas que así lo establecen y por hacer un seguimiento y una vigilancia que ayude a aplicarlas estrictamente y a introducir medidas de salud pública.

Los países que permiten comercializar cigarrillos electrónicos como artículos de consumo (es decir, venderlos, importarlos, distribuirlos y fabricarlos) deben aplicar una reglamentación estricta para que resulten menos atractivos y menos nocivos para la población, por ejemplo, prohibiendo que incorporen sabores, limitando la concentración y la calidad de la nicotina y gravándolos con impuestos.

Las estrategias utilizadas para la cesación tabáquica deben basarse en las mejores pruebas de eficacia disponibles, aplicarse paralelamente a otras medidas de control del tabaco y deben ser objeto de seguimiento y evaluación. Sobre la base de las pruebas disponibles en la actualidad, no se recomienda que las autoridades nacionales autoricen la venta de cigarrillos electrónicos como productos de consumo para dejar de fumar.

Cualquier autoridad pública que aplique una estrategia de cesación basada en el uso de cigarrillos electrónicos debería supervisar las condiciones clínicas en las que se accede a estos productos y regularlos del mismo modo que los medicamentos (en particular, exigiendo una autorización de comercialización como medicamentos). La decisión de usar estos productos en estrategias de cesación, incluso si se hace de forma controlada, solo debería tomarse tras valorar el riesgo de habituación a ellos y examinar la situación del país, y después de agotar las demás estrategias de cesación de eficacia demostrada.

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14 dic 2023

Los cigarrillos electrónicos de "cuarta generación" son más peligrosos que los sistemas de tanque anteriores


Los cigarrillos electrónicos (mal llamados vapeadores) se han vuelto cada vez más populares, especialmente entre los jóvenes, lo que genera preocupación sobre sus posibles riesgos para la salud. Los dispositivos JUUL y los de tanque son dos tipos comunes de cigarrillos electrónicos que liberan aerosoles con diferentes niveles de nicotina y sabores. Sin embargo, las diferencias en los aerosoles generados por diferentes dispositivos y sus correspondientes efectos de citotoxicidad y lesión pulmonar siguen siendo poco conocidos.

Debido a que operan a menor potencia, lo que resultaría en una menor producción de algunos compuestos dañinos que los sistemas de tanque tradicionales, algunos han asumido que JUUL y otros cigarrillos electrónicos de cuarta generación son menos peligrosos que los cigarrillos electrónicos de tercera generación anteriores. Otra creencia es que al usar sales de nicotina en el líquido se favorece una entrega más eficiente de nicotina y, por lo tanto, menores volúmenes de inhalación. 

La ciencia y la evidencia viene a derrumbar esta suposición, y sugieren firmemente que el dispositivo Juul y probablemente otros cigarrillos electrónicos similares de cuarta generación son más tóxicos para los pulmones y el corazón que los sistemas de tanque anteriores. 

Pero, ¿qué es JUUL? JUUL es la marca de unos cigarrillos electrónicos fabricados por los Laboratorios JUUL Inc. Los dispositivos se han vuelto muy populares en los últimos ,años, especialmente entre los jóvenes. Los JUUL tienen un aspecto diferente de los otros cigarrillos electrónicos. Son pequeños y estilizados: se parecen mucho a una memoria USB y pueden incluso ser conectados en la ranura de una computadora portátil para recargar. Estos dispositivos funcionan con una pila que calienta la cápsula del líquido que contiene la nicotina, los sabores y otros químicos. Cuando se calienta, el líquido produce un aerosol o vapor que los usuarios inhalan.

Los estudios comparativos realizados encontraron que tanto JUUL como el sistema de tanque tuvieron muchos efectos pulmonares adversos, pero utilizando una variedad de medidas JUUL tuvo más efectos pulmonares adversos que el sistema de tanque. 

En particular, los investigadores descubrieron que, a pesar de funcionar a menor potencia, JUUL liberaba más partículas ultrafinas y contenía niveles más altos de especies reactivas de oxígeno y aldehídos que el sistema de tanque. Los aerosoles de JUUL indujeron una mayor toxicidad y un aumento de la inflamación en los estudios de células pulmonares humanas aisladas que el sistema de tanque. También descubrieron que JUUL inducía a inflamación pulmonar más grave que el sistema de tanque después de normalizar la cantidad de nicotina absorbida en la sangre (medida con el metabolito de la nicotina cotinina) en los ratones. Hallazgos sugieren que el diseño del dispositivo juega un papel más importante en la toxicidad inducida por el aerosol de los cigarrillos electrónicos que la composición del líquido o el voltaje.

En lo que respecta al sistema cardíaco, la nicotina en los cigarrillos electrónicos provoca latidos cardíacos irregulares de una manera dependiente de la dosis, al estimular el mismo receptor que muchos medicamentos para el corazón (betabloqueantes) están diseñados para inhibir. Esto sugiere que la nicotina es dañina para el corazón, y contradice las afirmaciones populares de que la nicotina en sí es inofensiva.  Pero el tipo de nicotina en los dispositivos de cigarrillos electrónicos más nuevos (nicotina protonada) induce arritmias de manera más potentes. También se descubrió que la inhalación de nicotina protonada provoca aumentos sutiles de las arritmias ventriculares espontáneas, latidos cardíacos irregulares que pueden ser mortales o provocar una remodelación patológica del corazón.

"En conjunto, nuestros hallazgos sugieren que la exposición a aerosoles de cigarrillos electrónicos que contienen concentraciones comercialmente relevantes de sal de nicotina induce disfunción cardíaca al aumentar la influencia simpática y arritmias ventriculares espontáneas".

 Si estos estudios en ratones se reconfirman en humanos, sería deseable propiciar una regulación de las sales de nicotina a través de estándares mínimos o límites a los aditivos ácidos en los líquidos electrónicos para mitigar los riesgos para la salud pública del fumado.

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28 nov 2023

Identifican patrones genéticos vinculados con la adicción al cannabis


El informe Multi-ancestry genome-wide association study of cannabis use disorder yields insight into disease biology and public health implications, publicado en Nature Genetics, profundiza en los orígenes genéticos del consumo de cannabis y los coloca como un factor de riesgo.

Tras analizar los genomas de más de un millón de personas, el estudio ha identificado tramos de ADN que podrían estar relacionados directamente con la propensión a consumir cannabis, el riesgo de desarrollar problemas asociados al consumo, y su relación con otras enfermedades como la psicosis o la esquizofrenia. También constató que algunas de esas regiones del genoma identificado están asociadas con otras afecciones de salud, como el cáncer de pulmón.

Este hallazgo es importante porque podría utilizarse en el futuro para identificar y apoyar a las personas con mayor riesgo de desarrollar trastornos psiquiátricos a través del consumo de cannabis. También porque pone de manifiesto que la adicción al cannabis podría tener riesgos sustanciales para la salud pública si aumenta su uso.

Frente al aumento de ciertas flexibilizaciones normativas referidas al consumo recreativo de esta droga, la duda que surge, tomando en cuenta los datos de esta investigación, es si este romanticismo cannábico podría conducir a un aumento de los problemas de adicción, o incluso de trastornos de salud mental relacionados con el consumo excesivo de marihuana.

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22 nov 2023

Irlanda prohíbe las publicidades de alcohol en radio y televisión


La última promulgación de las disposiciones de la nueva ley de Salud Pública traerá reglas estrictas sobre publicidad en televisión y radio, y cambiará el horario en el que se podrán mostrar anuncios de cervezas, vinos y licores. La prohibición de emitir este tipo de publicidades antes de las 21:00 horas, 
y sólo durante un tiempo limitado por la noche, entrará en rigor el 10 de enero del 2025. Las infracciones serán catalogadas como delitos, lo que podría dar lugar a procesos judiciales.

Desde el ministerio de Salud irlandés expresaron que uno de los objetivos principales de la medida "es reducir la exposición de niños y jóvenes a los anuncios de productos alcohólicos y retrasar el inicio del consumo de alcohol. La evidencia es consistente en que la publicidad de productos alcohólicos aumenta la probabilidad de que los jóvenes comiencen a beber alcohol o, si ya lo están bebiendo, beban más".

Si bien la ley sobre alcohol se aprobó y promulgó en 2018, las disposiciones reales que contiene se han ido introduciendo de forma gradual desde entonces. Esto ha incluido separar el alcohol de otros productos en tiendas y supermercados, y fijar precios mínimos por unidad de alcohol.

La obligatoriedad de incorporar advertencias sanitarias en las etiquetas de los productos alcohólicos, una medida resistida en otras naciones de la Unión Europea y en la industria de las bebidas, empezará a regir en mayo de 2026, tras un plazo de tres años.

Otra sección clave aún por introducir es la que regula el contenido de los anuncios. Según la legislación, las publicidades sólo podrían incluir características muy específicas del producto, como referencias al producto en sí, su origen, cómo se elabora y una descripción objetiva de su sabor, color y aroma. Esto puede significar que los anuncios actuales de alcohol que se ven en la televisión deban cambiar radicalmente. Sin embargo, aún no se ha fijado un cronograma para este proceso.

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16 nov 2023

¿La legalización de la marihuana es un factor de riesgo para el suicidio?


Según un estudio publicado en el Journal of the American Academy of Child & Adolescent Psychiatry, la legalización de la marihuana podría estar asociada con tasas más altas de suicidio entre adolescentes y adultos jóvenes.

El estudio Association Between Marijuana Laws and Suicide Among 12- to 25-Year-Olds in the United States From 2000 to 2019 utilizó datos del Sistema Nacional de Estadísticas Vitales 2000-2019 para personas de 12 a 25 años. Se analizaron las muertes por suicidio en relación con el estatus normativo del cannabis en cada Estado y así poder determinar las asociaciones entre la legalización de la marihuana medicinal, la legalización de la marihuana recreativa y las tasas de suicidio.

Los investigadores encontraron que las mujeres jóvenes tenían tasas de suicidio más altas en aquellos lugares con marihuana medicinal y marihuana recreativa, en comparación con los estados sin legalización. Asimismo, los adolescentes de 14 a 16 años de ambos sexos tuvieron tasas de suicidio más altas en los estados con legalización de la marihuana para uso recreativo en comparación con aquellos en los estados con legalización de la marihuana medicinal.

Estos hallazgos merecen más profundización a los efectos de ser tomados en cuenta al momento de cualquier reforma legislativa", concluyeron.

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10 nov 2023

El consumo abusivo de alcohol se asocia con obesidad


La epidemia de obesidad es uno de los desafíos de salud pública más graves del siglo XXI. Se ha estudiado el alcohol como un posible factor de riesgo de obesidad, pero la evidencia es discordante. A través de un estudio analítico transversal utilizando datos secundarios de la encuesta "Irlanda Saludable" del años 2017 see examinó la asociación entre el consumo de alcohol y la obesidad en una muestra de la población adulta irlandesa.

Se analizaron datos descriptivos y comparativos para identificar asociaciones entre variables relacionadas con el uso de alcohol, la circunferencia de la cintura (CC) y el índice de masa corporal (IMC), y se realizó un análisis para examinar las asociaciones entre el consumo nocivo de alcohol y estos dos indicadores de obesidad.

Sobre un total de 6.864 encuestados de 25 años o más, la mayoría (81,9 por ciento eran consumidores de alcohol. Dos de cada tres lo hacía con una frecuencia a al menos tres veces por semana. Casi la mitad (47,7 por ciento) eran considerados consumidores abusivos. El consumo excesivo de alcohol se asoció positivamente con la CC, mientras que la frecuencia de la ingesta de alcohol se asoció significativa e inversamente con el IMC.

El estudio The association between alcohol intake and obesity in a sample of the Irish adult population, a cross-sectional study mostró asociaciones positivas entre el consumo excesivo y de riesgo de alcohol (puntuación AUDIT-C ≥ 5) y los indicadores de obesidad (tanto IMC como CC). Después de controlar el consumo excesivo de alcohol y la frecuencia del consumo de alcohol, el consumo excesivo de alcohol continuó estando asociado significativamente con la circunferencia de cintura mayor y con el sobrepeso/obesidad.

Aún queda por comprender el mecanismo subyacente a través del cual el consumo excesivo de alcohol se asocia con la obesidad. Según la literatura existente, el consumo de alcohol aportando casi siete kilocalorías de energía. Se ha descubierto que tiene un efecto adicional sobre la energía obtenida de otras fuentes no alcohólicas, lo que puede provocar aumento de peso por complementación. Además, el alcohol suprime la oxidación de grasas, favorece el almacenamiento de lípidos y actúa como precursor de la síntesis de grasas. Además, la ingesta de alcohol aumenta la secreción de cortisol, lo que posteriormente afecta el patrón de distribución de la grasa en el cuerpo.

Asimismo, el consumo excesivo de alcohol tiene un efecto catabólico en el tejido muscular, lo que provoca el depósito de grasa en los órganos viscerales y los músculos,y conduce al desarrollo de diversas enfermedades no transmisibles, incluidas la obesidad y la diabetes mellitus.

Por otro lado, el estudio mostró una asociación inversa entre la frecuencia de consumo de alcohol y el sobrepeso/obesidad. Varios factores podrían explicar este dato. En primer lugar, la ingesta de alcohol podría afectar la absorción de macronutrientes, lo que llevaría a una reducción de la ingesta de energía. Además, el consumo de alcohol puede estimular la termogénesis al activar el sistema oxidante del etanol, lo que puede provocar pérdida de peso. Este efecto puede equilibrarse con los diversos cambios metabólicos provocados por el consumo de alcohol, así como con la energía adicional que se obtiene del consumo de alcohol. Como resultado, la frecuencia del consumo de alcohol puede no estar directamente asociada con el peso corporal o la acumulación de grasa.

No obstante, y según las investigaciones existentes, no se recomienda de ningún modo fomentar el consumo de alcohol para reducir el riesgo de obesidad, dado que no se comprende completamente el mecanismo preciso.

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8 nov 2023

Ideología, economía y ciencia detrás de la "marihuana medicinal"


En tren de ordenar el extenso debate sobre las potencialidades terapéuticas de algunos de los componentes de la planta Cannabis Sativa, lo que muchos han simplificado astutamente bajo el concepto "marihuana medicinal", existen tres posibes ejes de análisis que no deben ser pasados por alto: la ideología, los intereses del mercado y la evidencia científica en este campo.

El ideológico 

La ley original de "marihuana medicinal" (N°27350), sancionada en 2017 bajo la administración Macri, establecía un interesante marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor de la planta de cannabis y sus derivados, garantizando y promoviendo el cuidado integral de la salud. Lejos de negar el fenómeno, lo que buscaba esta ley era brindar un paraguas de certezas científicas para poder avanzar en este aspecto. Lo que taxativamente esa norma no contemplaba era la posibilidad del autocultivo. 

Fue muy sintomático que apenas unos meses después de que se promulgara la ley, un grupo de diputados impulsara una modificación intentando introducir la posibilidad de la tenencia/autocultivo. Más sintomático aún fue que en 2020, un decreto presidencial modificó la reglamentación de la 27350, cambió su espíritu y habilitó justamente el autocultivo (amparado en el supuesto fracaso del Estado en garantizar lo establecido en la ley). El caballo de Troya abría finalmente sus compuertas,

Al no existir consenso para modificar la ley de estupefacientes N°23737, al amparo del enfoque de derechos (acceso a a la salud) lo que el progresismo pro-cannábico hizo fue moldear un imaginario social mucho más permisivo y banalizador, que terminó sedimentando en una norma que hoy admite el autocultivo "con fines medicinales", cuando bien sabemos que lo recreativo siempre antecedió a cualquier otro uso posible.

El económico

Detrás de lo medicinal siempre estaba el gran negocio. Quienes trabajamos en este campo bien sabemos que detrás de todo este movimiento están las tabacaleras, quienes vieron recortados sus ingresos tras la firma del Convenio Marco de Control del Tabaco allá por 2003 y debieron migrar hacia otra fuente de negocios. De hecho, la provincia de Jujuy, que fue pionera en establecer alianzas público-privada con las empresas Green Leaf Farms (firma subsidiaria del grupo Player’s Network, que al tiempo presentó la quiebra), Aphria Inc. (productor y distribuidor internacional de cannabis medicinal y recreativo con sede en Canadá, y que en el 2020 absorvió Tilray para constituir el mayor imperio de cannabis del mundo),  y Blueberries Medical (compañía de capitales canadienses que en 2021 fue adquirida por el fondo de inversiones FLA Ventures, vinculada al Grupo América y relacionada con empresas de medicina prepaga), siempre tuvo en cuenta el lobby tabacalero (siempre rechazó la ratificación del CMCT desde el Senado) y la expansión y potencialidad del mercado de la marihuana para uso recreativo a nivel continental. 

La flamante ley 27669 (año 2022) y su reciente decreto reglamentario establecen el marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial. Dentro de las consideraciones que quedaron sujetas a criterio (subjetivo) del PEN está el límite de THC establecido como delimitación de qué se entiende por cannabis y por cannabis psicoactivo. Hoy quedó establecido en hasta 1 por ciento. 

Casualmente, y no hace mucho, se puso a discusión (entre gallos y medianoches, como siempre) una modificación al Código Alimentario en el que se incorpora el cannabis y se admiten concentraciones de hasta 1 por ciento (siempre sujetas a modificación). El trámite se aprobó de forma express. Pero la principal objeción a este cambio es que el mundo ha establecido concentraciones de 0,3 por ciento, lo cual abre la caja de Pandora al desarrollo futuro de comestibles con concentraciones psicoactivas de alto riesgo no sólo para los usuarios, sino también para los niños. En EE.UU. se están registrando alarmantes cifras de intoxicaciones por ingesta de gomitas, caramelos y golosinas con altas concentraciones de THC que quedan al alcance de los menores. En Argentina ya empezaron a darse este tipo de situaciones, con growshops habilitados al amparo de un gris normativo, comercializando comestibles a menores de edad, e incluso adulterando estos productos con éxtasis.

Asimismo, la burbuja de la marihuana "medicinal" empieza a desinflarse.  El mundo vuelve, pero nosotros insistimos en ir (o como el tero, capaz que la obstinación es una excusa para validar el autocultivo). Existe un caso en Uruguay más que paradigmático: cerró la planta de cannabis medicinal más grande de América Latina y despidió a los trabajadores por WhatsApp. En Colombia, una de cada tres de las 1.300 empresas con licencia oficial para cultivar se retiraron efectivamente del negocio.

El mercado recreativo es la gran esperanza de todos los apostadores en esta gran ruleta rusa.

El científico

Es vasta la evidencia de que, valga la redundancia, aún falta mucha evidencia sobre las potencialidades terapéuticas de los cannabinoides presentes en la planta. Aún no existe comprobación suficiente para demostrar que los beneficios son mayores que los perjuicios. La ciencia y la medicina operan de formas diferentes a los parámetros ideológicos de la política. 

Para garantizar la efectividad de un fármaco elaborado a base de cannabinoides, se necesita avanzar desde la base de la pirámide de la evidencia (la experiencia personal de los usuarios) a la cúspide (validación científica tras diferentes etapas de prueba y experimentación). Al habilitar el autocultivo de marihuana para que las personas elaboren preparados sin ningún tipo de protocolo de control sanitario, sin definir para qué usos, sin definir dosis, sin establecer qué cannabinoides son efectivos para qué dolencias, sin establecer contraindicaciones o riesgos, sin determinar edades, en Argentina nos quedamos en la base de esta pirámide.

Por ejemplo, los famosos aceites de CBD (cannabidiol) que circulan libremente entre nosotros, tienen una altísima toxicidad hepática. Está documentado y comprobado el daño al hígado, en especial en niños que están en plena etapa madurativa de este órgano. Y existen informes que demuestran que la marihuana no es mucho más efectiva que un placebo en paliar el dolor, y que lo que existe es un condicionamiento social que predispone a la gente a confiar ciegamente en los beneficios.

Hoy tomó estado público que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) autorizó la distribución y comercialización del primer aceite de cannabis medicinal de producción estatal, a cargo de la empresa pública Cannava (presidida por el hijo del gobernador de la provincia de Jujuy). Si bien el aceite se podría consumir para cualquier patología, la empresa, a través de un programa sanitario provincial, viene haciendo un seguimiento de sesenta pacientes con epilepsia refractaria que acceden al aceite a través del hospital público de Perico (Jujuy), que le permite tener unas primeras estadísticas sobre los resultados. Un informe que incluye datos de entre octubre de 2021 y el mismo mes de este año, se refleja que 1 de cada 4 pacientes dejaron de sufrir nuevas crisis de epilepsia, con una evolución en el tratamiento; la mitad redujo sus crisis en más de un 50 por ciento; y todos los pacientes reportaron mejoras de su calidad de vida. No parece una estadística tan extensa ni tan irrefutable como para pegar semejante salto al vacío.

Ojalá la marihuana sea la cura para el cáncer y otros males de la humanidad. Pero promoverlo como la panacea, saltando instancias científicas de validación, es de un enorme riesgo. 

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31 oct 2023

Correlación entre el consumo de cannabis y la ansiedad


A la luz de la evolución del marco normativo que rodea a la tenencia y al consumo de marihuana, en especial al amparo del uso "medicinal", la sociedad debería prestar especial atención a los últimos hallazgos científicos sobre esta sustancia.
Si bien existe una percepción común de que esta droga puede aliviar los síntomas de ansiedad, es necesario destacar que la asociación entre marihuana y ansiedad es un tema que se encuentra en etapa de investigación. Los datos actuales sugieren que esta sustancia podría no ofrecer los supuestos beneficios para aliviar la ansiedad que, a menudo, se describen en el marketing promocional y en el imaginario social.

La ansiedad es un trastorno de salud mental frecuente. En Estados Unidos, varios de los gobierno estatales la han reconocido como una condición que califica para las denominadas tarjetas de cannabis medicinal. Sin embargo, una investigación reciente, incluyendo un estudio del año 2020 publicado en el Canadian Journal of Psychiatry, ha demostrado que el consumo de cannabis se asocia significativamente con una mayor probabilidad de desarrollar condiciones de ansiedad. 

Del mismo modo, una revisión del 2018, publicada en el Journal of Clinical Psychiatry, reveló que el consumo reciente de cannabis estaba relacionado con síntomas más graves en personas con ansiedad y trastornos del estado de ánimo.

En 2021, una revisión exhaustiva de veinticuatro estudios examinaó la correlación entre el consumo de cannabis y la ansiedad, y subrayó la complejidad de esta relación. El análisis cuantitativo de diez de estos estudios demostró un riesgo elevado de desarrollar cualquier condición de ansiedad debido al consumo de cannabis.

Si bien la evidencia sugiere un riesgo a largo plazo de ansiedad asociada con el consumo de cannabis, los diversos diseños y resultados de los estudios hacen que sea difícil declarar definitivamente una relación causal. 

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26 oct 2023

Los costos socio-sanitarios de legalizar la marihuana superarían cualquier beneficio económico


Un tema siempre recurrente en cualquier análisis sobre las ventajas de legalizar la marihuana tiene que ver con los impuestos y la posible recaudación que traería aparejada esta medida. Por un lado, los promotores de este tipo de iniciativas resaltan los beneficios económicos de una nueva industria que surgiría tras la legalización, aparejado a los ingresos fiscales adicionales recaudados por los estados por el shock de demanda de esta commodity. 

Por el otro, hay alarma entre quienes trabajan desde un enfoque preventivo en función de que existen costos sociales potenciales no contabilizados debido al uso generalizado de esta droga, el impacto en materia laboral, los accidentes de tránsito y el aumento de los delitos. 

Según la investigación "Economic Benefits and Social Costs of Legalizing Recreational Marijuana", la legalización con fines recreativos no pareciera generar importantes ingresos fiscales aún. Por el contrario, la torta de ingresos tributarios, en lugar de aumentar, tiende a repartirse con otras drogas legales como el alcohol o el tabaco (producto sustituto en el corto plazo). Y en materia de ingresos fiscales totales, la recaudación por ventas tiene un impacto pequeño e insignificante en los ingresos totales por impuestos y por impuestos sobre las ventas.

Por el lado de los costos potenciales, se analizaron cambios en la frecuencia y prevalencia de uso de marihuana, el trastorno por abuso de sustancias, la participación en la fuerza laboral, la delincuencia, la falta de vivienda, las muertes por accidentes de tráfico, las muertes por sobredosis de drogas y otras hospitalizaciones. En cuanto a los posibles beneficios, se considerano cambios en el PBI y el ingreso per cápita, los ingresos fiscales, el ingreso de establecimientos, las tasas de creación de empleo los precios de la vivienda y la población. 

El principal hallazgo es que existen ganancias económicas moderadas, pero acompañadas de algunos costos sociales. Después de la legalización, el ingreso estatal promedio creció un 3 por ciento, los precios de la vivienda un 6 por ciento y la población un 2 por ciento. Sin embargo, los trastornos por uso de sustancias y la situación de calle (falta de vivienda crónica) aumentaron en un 17 y 35 y por ciento, respectivamente.  Asimismo, la estimación del total de arrestos muestra que la legalización aumenta significativamente el total de detenciones, un aumento del 12,8 por ciento en relación con la tasa media de arrestos sin legalización. Otro dato: el consumo de marihuana aumentó en un 28 por ciento en aquellos Estados que legalizaron esta sustancia.

Un tema central del informe es la necesidad de dimensionar la magnitud de los beneficios económicos para estimar la cantidad de fondos necesarios para cubrir programas socio-sanitarios. También se advierte sobre la distribución amplia de los réditos pero la concentración de los costos en personas vulnerables o usuarios problemáticos de drogas, lo que nos hace pensar que no existe progresismo alguno en volver más accesible una sustancia.

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22 sept 2023

Los riesgos implícitos de las bebidas "cero alcohol"

Los productos sin alcohol no causan los daños físicos que sí están asociados con la ingesta de bebidas con graduación alcohólica. Sin embargo, no estarían exentos de riesgos. Porque aunque parezca una loable acción de responsabilidad social empresaria destinada a mitigar los efectos nocivos socio-sanitarios de la ingesta de alcohol, existe otra forma de interpretar esta iniciativa bastante usual en el mundo, y que en Argentina comienza a ganar espacio en las góndola: los factores sociales, ambientales y culturales que influyen en el comportamiento de beber.

Con artilugios de marketing, la industria ha creado un astuto troyano para imitar el sabor, la apariencia y hasta incluso el envase de las bebidas alcohólicas. Los productos sin alcohol se fabrican y envasan para parecerse a los que, a priori, vendrían a sustituir. Muchos incluso llevan la misma marca de la empresa que la versión alcohólica, lo que desdibuja las líneas entre las dos ofertas.

Toda esta forma de mercadotecnia de enfoque inverso utiliza características sinónimas de una marca (como los colores del etiquetado, la forma de la botella o el diseño de la fuente) sin publicitar el producto en sí, para extender la promoción de su marca a poblaciones y lugares donde la publicidad del alcohol pueden estar restringidas. 

Del mismo modo, se aumenta la familiaridad con la marca y el conocimiento de los productos alcohólicos entre aquellos que ahora son menores de edad, pero que pueden beber en el futuro. El mensaje hacia los menores de edad es que el consumo en general es aceptable, lo que configura un enorme factor de riesgo en tanto podrían servir como una puerta de entrada, un inicio temprano en el consumo de alcohol y otras prácticas riesgosas.

Asimismo, existen estudios que han encontrado que la exposición al marketing y la publicidad de productos sin alcohol da como resultado una mayor intención y probabilidades de comprar y consumir bebidas alcohólicas. 

Desde una perspectiva de salud pública, las personas con un trastorno por consumo de alcohol experimentan craving cuando consumen productos sin alcohol, y respuestas fisiológicas similares a las que ocurren al beber alcohol (aumento del ritmo cardíaco y sudoración) debido a que se activaría el mismo sistema de recompensa.

Otro tema a tener en cuenta con los marcos normativos y regulatorios. En Australia, por ejemplo, las bebidas sin alcohol están sujetas a la legislación sobre licencias para alimentos y no para las de bebidas alcohólicas. Esto significa que hay menos restricciones sobre dónde se exhiben, cómo se exhiben y cómo se comercializan.  También cómo se publicitan, y qué valores se promueven en tanto se presenta a estas bebidas como una diversión inofensiva. 

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20 sept 2023

Establecen una relación causal entre el uso de marihuana y el trastorno depresivo


A partir de las tendencias mundiales relacionadas con la legalización de la marihuana, y en especial en lo que respecta a sus potencialidades terapéuticas, esta sustancia ha venido a convertirse en una suerte de panace que todos los males cura. El tratamiento de los síntomas asociados con la depresión es uno de los beneficios para la salud más frecuentemente mencionados, pero sin advertir los riesgos y contraindicaciones. Sin embargo, aún está por determinarse el papel de la cannabis sativa en el desarrollo de la depresión, y en el empeoramiento de los síntomas con su uso crónico posterior.

¿Qué entendemos por depresión? Las manifestaciones incluyen emociones de melancolía, abatimiento y pérdida de disfrute en las tareas rutinarias. La falta de razonamiento, la disminución de la voluntad, la disfunción cognitiva y otros síntomas corporales como el insomnio o la somnolencia, la disminución o el aumento de peso, el cansancio y las autolesiones, son frecuentemente observados al diagnosticas estos cuadros. Según estadísticas internacionales que evalúan la gama de discapacidades resultantes de todas y cada una de las enfermedades preeminentes, incluidos los accidentes cardiovasculares y cerebrovasculares, el Trastorno de Depresión Mayor (TDM) ocupa el cuarto lugar en términos de discapacidad global. 

La presente investigación que aquí les comparto analizó un total de 3663 artículos científicos, de los que se seleccionaron colectivamente 26 para este estudio. La conclusón más clara es que el consumo de marihuana se ha relacionado con efectos negativos en el organismo, como trastornos respiratorios e incluso trastornos psicológicos, incluidos el estrés y los trastornos depresivos. En este sentido, los estudios apuntan potencialmente a una relación causal entre el consumo de marihuana y el trastorno depresivo. Si bien algunas investigaciones sostienen que el consumo de marihuana puede ser útil para mejorar el estado de ánimo y ser ansiolítico inicialmente, posteriormente se producirían un aumento de los síntomas depresivos de base, manifiestados en angustia mental y frustración. 

En resumen, el estudio "Should Marijuana Be Legalized: A Scoping Review of Associations of Marijuana and Depression" sugiere que alguno de los componentes psicoactivos de la planta (especialmente el cannabidiol), tiene propiedades ansiolíticas y eufóricos, pueden influir en los niveles de serotonina y levantar temporalmente el estado de ánimo. Pero del mismo modo, los consumidores crónicos de marihuana han demostrado un mayor riesgo de desarrollar o empeorar síntomas depresivos, al provocar alteraciones en la estructura cerebral, en el sistema endocannabinoide, y alterar el equilibrio de los neurotransmisores.

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15 sept 2023

¿Despenalizar la tenencia de drogas aumenta las muertes por sobredosis?


Principalmente debido a la epidemia de opioides, la tasa de mortalidad por sobredosis de drogas en los Estados Unidos se multiplicó por ocho entre 1983 y 2017. Entre 1999 y 2020, más de 500 mil estadounidenses murieron por el consumo de opioides. Una solución muy escuchada a esta crisis de salud pública es la despenalización de las drogas, con el argumento de que este tipo de medidas reduce el estigma asociado, reduce el gasto gubernamental en el sistema de justicia, fomenta prácticas de reducción de daños y se alienta a las personas que consumen drogas a buscar tratamiento. 

En el otro extremo, existe un fuerte escepticisimo acerca de si al eliminar las penalidades, la flexibilización no producirá un aumento del número de personas que consumen drogas. Un enfoque intermedio sugiere que la descriminalización es un paso necesario, pero no suficiente, y que debe ir acompañada de inversiones en salud pública. 

Un estudio publicado recientemente en el Journal of Health Economics contribuye a la literatura existente al proporcionar evidencia de un "experimento natural" sobre el efecto de la despenalización de las drogas en las muertes por sobredosis no intencionales, tomando como caso de investigación al estado de Oregón (EE.UU.).

La Medida 110, que se aprobó el 3 de noviembre de 2020 y entró en vigencia el 1° de febrero del 2021, estableció cantidades mínimas de posesión de drogas "duras" para consumo, modificó las penalidades y las transformó en pecuniarias, y convirtió a Oregón en el primer estado del país en despenalizar la posesión personal de drogas. La medida reclasificó la tenencia de hasta 40 unidades de LSD, hasta 12 gramos de psilocibina y psilocina, hasta 40 unidades de metadona y hasta 40 cápsulas de oxicodona como una infracción civil de Clase E. Una persona acusada de esta falta puede abonar una multa de 100 dólares o bien completar una evaluación de salud en un centro de recuperación de adicciones, o a través de una línea directa de orientación. 

Los arrestos por posesión de drogas disminuyeron en un 67% con respecto a sus niveles anteriores a la Medida 110. Pero a la par, según el estudio, la despenalización provocó un aumento del 23% en las muertes por sobredosis no intencionales. En junio del 2022, el Secretario de Estado de Oregón declaró: “Cuando los votantes aprobaron la Medida 110, lo hicimos porque queríamos cambiar una política en Oregón para mejorar las vidas de las personas, mejorar nuestras comunidades... y en los años posteriores, no hemos visto que eso suceda”. 

La explicación posible a este fenómeno es que la eliminacion de la sanción puede haber reducido la utilización del tratamiento entre las personas que lo necesitan: "Al menos a través del sistema de justicia penal, alguien tenía un camino hacia la recuperación, por muy defectuoso que fuera y por muy estigmatizante que fuera. Hay un montón de personas a las que ya no se les ofrece un camino hacia la recuperación si así lo eligen”, expresaba en 2022 el director ejecutivo de una organización sin fines de lucro para la recuperación de adicciones en Oregon.

Existen otros mecanismos posibles a través de los cuales la despenalización podría haber aumentado las muertes por sobredosis. Por el lado de la oferta, la despenalización puede haber facilitado que las personas vendan pequeñas cantidades de drogas. La oferta también puede aumentar si más proveedores ingresan a los mercados y/o compiten para ganar una nueva base de clientes. Y del lado de la demanda, la despenalización puede haber aumentado el consumo de drogas a nivel extensivo.

Desde una perspectiva jurídica-económica, el estudio también contribuye a la literatura que estudia cómo la legalidad de un producto influye en su demanda, y como la penalización actúa como un elemento disuasivo y como sustituto de su consumo. Si bien mayoritariamente se critica la "ley seca" impuesta en Estados Unidos, hay autores que encuentran que la prohibición constitucional del expendio de alcohol redujo los casos de cirrosis alcohólica entre un 10% y un 20%. 

Otro condicionante comparativo para evaluar la efectividad o no de este tipo de políticas son los contextos. Por ejemplo, la descriminalización en Portugal disminuyó las muertes relacionadas con el uso de sustancias. Pero la crisis de sobredosis de opioides fue mucho más grave en Oregón que en Portugal. Dicho en datos, en el 2000 Portugal tenía alrededor de 10 muertes por sobredosis de drogas por millón de habitantes, mientras que en el 2020 Oregón tenía 188 por millón de habitantes. 

Los detalles de ajuste fino de las políticas de despenalización de las dos jurisdicciones también tendrían incidencia. Por ejemplo, en Portugal la policía puede ordenar que alguien sorprendido consumiendo drogas en la vía pública asista a un tribunal especial. Y los casos de incomparecencia sí pueden dar lugar a sanciones penales, incluso con penas de reclusión. Oregón no dispuso de tal mecanismo en su normativa (algo que en Argentina si está previsto en las medidas socio-educativas de la ley 23.737).

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1 sept 2023

Detectan niveles elevados de metales en sangre y orina en usuarios de marihuana

La investigación "Niveles de metales en sangre y orina entre consumidores exclusivos de marihuana en NHANES (2005-2018)", publicada en la revista Environmental Health Perspectives, concluyó que la marihuana puede ser una fuente importante y poco reconocida de exposición al plomo y al cadmio. 

A pesar de la sólida literatura sobre los niveles de biomarcadores metálicos entre los fumadores de cigarrillos y la creciente evidencia de contenidos metálicos en los productos de marihuana, pocos estudios han informado niveles de biomarcadores metálicos entre los consumidores de marihuana. 

La contaminación por metales y metaloides de los productos de marihuana se produce durante el crecimiento, la producción y el consumo, lo que plantea posibles efectos nocivos para los usuarios finales. La planta de cannabis, de la que se deriva la marihuana, es una conocida hiperacumuladora de metales presentes en el agua, el suelo, los fertilizantes y los pesticidas. El humo de marihuana sin filtrar también contiene altas concentraciones de metales, y los dispositivos de vaporización han mostrado lixiviación de metales en los aerosoles de cannabis.

Debido a que la planta de cannabis es un conocido carroñero de metales, la hipótesis de la quepartierton los investigadores dela Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) es que las personas que informan un consumo actual de marihuana (ya sea exclusivamente de marihuana o combinado con tabaco) tendrían niveles más altos de biomarcadores metálicos que los que no consumen marihuana ni tabaco. 

Los resultados obtenidos indicaron que los participantes que informaron un uso exclusivo de marihuana en comparación con el uso de otros productos sin marihuana ni tabaco tuvieron niveles medios de cadmio en sangre estadísticamente significativamente más altos y niveles medios de plomo en sangre estadísticamente significativamente más altos.

Las intoxicaciones por metales pesados u otras sustancias químicas pueden provocar graves problemas de salud en los seres humanos que incluyen "daño a los órganos, cambios de comportamiento y dificultades con el pensamiento y la memoria", de acuerdo c on datos de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

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31 ago 2023

EE.UU registró un pico histórico de consumo de marihuana, alucinógenos y de abuso de alcohol

Según el estudio Monitoreando el Futuro (Monitoring the Future, MTF), encuesta anual sobre uso de sustancias y actitudes entre adultos de 19 a 60 años financiado por el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA), entre los adultos más jóvenes de 19 a 30 años, los informes de consumo de marihuana y alucinógenos en el último año, así como de vapeo de marihuana y nicotina, aumentaron significativamente en los últimos cinco años.

Con respecto al consumo excesivo de alcohol, si bien el mismo ha disminuido en general durante los últimos diez años entre los adultos más jóvenes, los adultos de 35 a 50 años informaron la prevalencia más alta de consumo excesivo de alcohol jamás registrada para este grupo de edad.

Los datos para la encuesta de adultos se recopilaron a través de encuestas en línea y en papel, desde abril de 2022 hasta octubre de 2022. Los investigadores dividieron los datos en dos tramos de edad para realizar análisis de tendencias: de 19 a 30 años y de 35 a 50 años.

Para la directora del NIDA, Nora Volkow, "comprender estas tendencias es un primer paso y es crucial que la investigación continúa iluminando cómo el uso de sustancias y los impactos relacionados con la salud pueden cambiar con el tiempo. Queremos asegurarnos de que las personas, desde las primeras hasta las últimas etapas de la edad adulta, cuenten con conocimientos actualizados para ayudar a fundamentar las decisiones relacionadas con el uso de sustancias”.

 Los hallazgos clave del MTF incluyen:

Marihuana: Para los adultos de 19 a 30 años, los porcentajes de aquellos que informaron haber consumido marihuana en el último año y haber consumido marihuana diariamente alcanzaron los niveles más altos jamás informados por el estudio. Aproximadamente el 44% de los encuestados en 2022 dijo haber usado marihuana en el último año, un aumento con respecto a cinco años atrás (35% de 2017) y 10 años (28% en 2012). El consumo diario de marihuana también alcanzó su nivel más alto reportado (11%), que fue mayor que hace cinco años (8% en 2017) y hace 10 años (6% en 2012). Los informes sobre el consumo de marihuana en el último año entre adultos de 35 a 50 años también alcanzaron un máximo histórico en 2022 (28%), duplicando el registro de hace 10 años (13% en 2012).

Vapeo: El 21% de los adultos de 19 a 30 años reportaron vapeo de marihuana durante el año, contra 19% del 2021. El vapeo de nicotina en el último año entre este grupo de adultos más jóvenes también alcanzó un máximo histórico en 2022 (24%), casi el doble de la tasa reportada hace cinco años en 2017 (14%), cuando se agregó la medida por primera vez. Entre los adultos de 35 a 50 años, los informes de vapeo de marihuana en el último año se mantuvieron en niveles similares (9% en 2022) desde 2019.

Alucinógenos: Entre los adultos de 19 a 30 años, el 8% informó haber consumido alucinógenos en el último año, significativamente más que hace cinco años (5% en 2017) y que hace 10 años (3% en 2012). Los tipos de alucinógenos informados por los participantes incluyeron LSD, MDMA, mescalina, peyote, hongos o psilocibina y PCP.  Entre adultos de 35 a 50 años, el consumo de alucinógenos en el último año alcanzó una prevalencia históricamente alta  duplicando el 2% del 2021.

Alcohol: Durante la última década, las tasas de consumo de alcohol (incluido el consumo en el último mes, el consumo diario y el consumo excesivo) han mostrado una tendencia general a la baja en adultos de 19 a 30 años. El consumo de alcohol en el último año aumentó ligeramente para este grupo de edad en 2022 (84%) en comparación con hace cinco años (82% en 2017). Por otra parte, el consumo de alcohol entre adultos de 35 a 50 años ha mostrado un aumento gradual en los últimos 10 años. El consumo excesivo de alcohol en este grupo de mayor edad también alcanzó sus niveles más altos (29 % en 2022 vs. 26% en 2021; 25% en 2017; 23% en 2012).

“Los comportamientos y la percepción pública sobre el consumo de drogas pueden cambiar rápidamente, según la disponibilidad de drogas y otros factores. Es importante realizar un seguimiento de esto para que los profesionales de la salud pública y las comunidades puedan estar preparados para responder”, explicó Megan Patrick, profesora de la Universidad de Michigan e investigadora principal del estudio MTF. 

Desde 1975, el estudio Monitoreando el Futuro (Monitoring the Future, MTF) ha estudiado anualmente los comportamientos y actitudes sobre el uso de sustancias entre muestras representativas a nivel nacional de estudiantes de octavo, décimo y duodécimo grado. El estudio longitudinal del MTF realiza encuestas de seguimiento en un subconjunto de participantes después del 12º grado para rastrear su consumo de drogas hasta la edad adulta. Después de la secundaria, los participantes son seguidos cada dos años hasta los 30 años, luego cada cinco años, y los participantes de mayor edad ahora tienen 60 años.

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25 ago 2023

Alertan sobre los riesgos de la exposición prenatal a la marihuana


A diferencia de lo que sucede con el conocimiento que se tiene sobre consumo de tabaco o de alcohol durante el embarazo, y los efectos negativos sobre la salud del feto o del neonato, los esfuerzos para advertir contra el uso de cannabis durante el embarazo están rezagados. Pero a medida que continúa acumulándose la evidencia de los efectos nocivos del consumo prenatal de esta sustancia, esta temática debe ser puesta de forma urgente a los efectos de generar conciencia pública, orientación médica y políticas públicas por parte de los gobiernos. 

Hace tiempo que en Argentina no existen estadísticas oficiales sobre uso de marihuana. El último informe de prevalencias en población general data del año 2017. Pero la evidencia empírica permite aseverar que durante los últimos años, el uso de marihuana durante el embarazo ha aumentado sustancialmente, en gran parte explicado por los cambios normativos que conducen a una mayor disponibilidad, a una menor percepción de riesgo y a una naturalización de su consumo.

Hoy, al amparo del concepto del uso "medicinal", y más allá de posibles patrones de dependencia previos, muchas personas acuden al cannabis para aliviar los síntomas de las náuseas, el insomnio, el dolor y el estrés durante el embarazo. Pero a pesar de los avances en la investigación y los cambios en las prácticas de salud pública, sigue existiendo una brecha significativa en el conocimiento sobre los efectos del consumo de cannabis y los resultados de salud perinatal.

Hasta el momenot se sabe que la exposición al cannabis en el útero está relacionada con resultados adversos entre los hijos, incluidos los pequeños para la edad gestacional, los ingresos a la unidad de cuidados intensivos neonatales y el parto prematuro. Además, la exposición prenatal al cannabis también se ha asociado con consecuencias en la infancia, como el trastorno del espectro autista y el trastorno por déficit de atención/hiperactividad, así como síntomas de psicopatología (incluidas experiencias de tipo psicótico, internalización, externalización, problemas de atención y problemas sociales y de pensamiento). El trastorno materno por consumo de cannabis también se ha relacionado con un mayor riesgo de partos prematuros, bajo peso al nacer y muerte dentro del año posterior al nacimiento.

Hallazgos recientes sugieren que el delta9-tetrahidrocannabinol (THC, principal componente psicoactivo del cannabis) puede afectar el transcriptoma (colección de todas las lecturas de genes presentes en una célula) placentario y el epigenoma (conjunto de compuestos químicos en contacto con el ADN, que modifican, o marcan, el genoma) placentario y fetal. El consumo materno de cannabis se asoció con cambios en el transcriptoma placentario como mediador del riesgo de problemas relacionados con la ansiedad en la primera infancia. En estudios en primates, los cambios inducidos por delta-9-THC estaban en genes involucrados en el desarrollo neurológico y el trastorno del espectro autista, lo que proporciona un posible mecanismo subyacente para la expresión génica alterada notificada y las anomalías neuro-conductuales

Aunque la mayor parte de la literatura existente se centra en los efectos del consumo materno de cannabis, existen hallazgos que resaltan la necesidad urgente de comprender mejor las contribuciones del consumo paterno de cannabis antes de la concepción y durante el embarazo.

Datos recientes también muestran que el consumo de cannabis paterno antes de la concepción también puede afectar negativamente la salud reproductiva y los resultados de la descendencia, incluido un menor peso al nacer, un mayor riesgo de aborto espontáneo y el síndrome de muerte súbita del lactante. Además, la exposición paterna al cannabis en humanos, en primates y en ratas está asociada con la metilación alterada del ADN espermático, en genes involucrados en el neurodesarrollo y el trastorno del espectro autista, con potencial transmisibilidad a futuro.

IDea: armmar sabías que? en alta, con el logo mio y el de bitacora, con dato difundible para prevención


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17 ago 2023

Debaten modificar el código alimentario para incorporar semillas y productos derivados del cáñamo

Con el fin de "fomentar y acompañar el desarrollo de un nuevo sector productivo y en concordancia con las tendencias mundiales en consumo", la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL) juntno al Instituto Nacional de Alimentos avanzan en el estudio de una propuesta de inclusión de cada uno de los productos que se obtienen a partir del Cannabis Sativa L., como las semillas de cáñamo y sus derivados (aceite, harina y otros). 

A tal efecto, a mediados de julio se abrió una consulta pública para proponer observaciones al EX-2022-127814310 - APN-DLEIAER#ANMAT. La misma, que no tuvo la debida difusión tratándose de un tema de gran trascendencia, cerró el 12 de agosto con el aporte de diecinueve profesionales y/o instituciones. 

Algunas, como la Federación Argentina de Cannabis y Cáñamo, celebran y acompañan "el cambio de paradigma del enfoque prohibicionista sobre los diferentes usos de la planta de cannabis". Otros activistas apelaron a un revisionismo ancestral en la que"como especie humana, tuvimos una relación intrínseca con la planta de cáñamo (Cannabis Sativa L.). Existen registros arqueológicos de su utilización que se remontan hace diez mil años, siendo una de las primeras plantas que el ser humano pudo domesticar y haciendo posible la agricultura". 

Por su parte, la empresa Ananda Pampa solicitó una redacción de la resolución lo menos restrictiva posible, y que las especificaciones expresadas en el texto cumplan "una función orientativa". Y desde la Cámara Argentina del Cannabis entienden que resulta de suma relevancia proponer la inclusión de las hojas de cáñamo en el proyecto de resolución, "como ingrediente para infusiones de agua, ya sea como componente individual o como parte de mezclas herbales".  

Pero no obstante las cualidades reconocidas de las semillas de cáñamo en cuanto a sus características nutricionales, e incluso del interés manifiesto por parte del presidente de la Agencia Nacional de Cannabis, Francisco Echarren en avanzar en la pronta modificación del código, es escaso el conocimiento científico respecto de sus posibles efectos dañinos, especialmente en lactantes, niños, adolescentes y embarazadas, tal como lo advierten investigadores y agencias reconocidas internacionalmente como la Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos. 

"El consumo dietético de estos productos puede conllevar riesgos potenciales para la salud pública, principalmente relacionados con la exposición excesiva a los cannabinoides psicoactivos y no psicoactivos, que pueden estar presentes como contaminantes no deseados; o bien consumirse deliberadamente en cantidades excesivas y potencialmente dañinas", aseguró el toxicólogo Luis Ferrari en su presentación, que fue acompañada por la Mesa Nacional de Organizaciones que Trabajan en Adicciones.

Para el experto, invocando el principio de precaución en ciencia, "debería considerarse un espacio de
investigación más profunda antes de tomar una decisión que podría ser la puerta a un uso indebido,
indiscriminado, que pudiera causar un daño inmediato y mediato.

Para Susana Núñez Montoya, doctora en Ciencias Químicas Farmacéuticas y profesora adjunta en la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba, la Organización Mundial de la Salud apoya mantener este compuesto químico, sus derivados sintéticos, isómeros y análogos químicos en el listado I de psicotrópicos: "La planta científicamente denominada Cannabis sativa L. no responde a la definición de droga vegetal de uso tradicional, como otras especies que están incluidas en el CAA. Verdaderamente, se trata de una droga vegetal sobre la cual hay que tomar serias precauciones en su utilización como medicamento, y en especial como alimento, a fin de evitar consecuencias adversas en la población, con especial énfasis en la salud pública". La nota de Montoya fue acompañada por una decena de profesionales del campo de la farmacéutica.

La diputada de la provincia de Córdoba, María Rosa Marcone, puso el acento sobre la construcción de las representaciones sociales. Para la legisladora, no se prescribe ninguna regulación respecto a la
publicidad de los alimentos que contengan semillas de Cannabis. "¿Se permitirá utilizar figuras de la planta de marihuana en los envases, por ejemplo? ¿Se analizó cómo eso puede incidir en la representación positiva del consumo de ella en cualquier otra presentación? Al ignorar las graves advertencias que a nivel global se reiteran sobre el uso de esta especie, se banaliza su consumo y se abre la puerta a impactos seguramente no deseados y claramente no previstos", puntualizó.

Otra objeción sobre la que coinciden quienes cuestionan el proyecto es el límite de 1% de delta-9
tetrahidrocannabinol (THC), "autorizadas por la autoridad competente para su uso alimentario”, cuando otras fuentes procedentes de países desarrollados han estipulado un THC no mayor a 0.3%.
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16 ago 2023

Organización comunitaria advierte sobre el incremento del consumo y venta de drogas en Chascomús

A través de una extensa investigación de campo, la Coalición Comunitaria Chascomús dio a conocer un relevamiento realizado a fines del 2022 en el que se indagó sobre la problemática del consumo de drogas entre menores de 18 años, y otros fenómenos comunitarios asociados. Para casi 6 de cada 10 encuestados, los problemas de inseguridad, consumo y venta de drogas en el barrio donde viven se han agravado en los últimos cinco años. Para el 43% de los adolescentes de Chascomús resulta fácil conseguir marihuana. Y un dato preocupante: la pasta base aparece como sustancia de uso entre los jóvenes.

El informe titulado “Narcomenudeo, inseguridad y consumo de drogas en niños, niñas y adolescentes de Chascomús” da cuenta de la magnitud del consumo de alcohol, tabaco, marihuana y otras drogas ilegales en niños, niñas y adolescentes en edad escolar, determina prevalencias y edades de inicio, e indaga sobre factores de riesgo y protección como accesibilidad, disponibilidad, curiosidad, oferta, grupo de pares, percepción de riesgo e información, ligados al uso de estas sustancias. 

En el estudio estadístico, elaborado bajo supervisión de Coaliciones Comunitarias Antidrogas de América (CADCA por su sigla en inglés), organización líder en los Estados Unidos que trabaja a nivel mundial para crear comunidades seguras, saludables y libres de drogas, el alcohol es la sustancia de mayor consumo entre los menores de 18 años de la ciudad de Chascomús. Alrededor del 67% de quienes contestaron la encuesta dijo haber tomado alguna bebida alcohólica en el último año, y aproximadamente 1 de cada 4 reconoce haberse emborrachado al menos una vez durante el último mes. La bebida más consumida durante esos episodios de ingesta abusiva fue el vodka, seguido por el fernet, lo cual habla de una migración hacia bebidas blancas de alta graduación.

Asimismo, un 22,3% de los adolescentes fumó tabaco durante los últimos 12 meses, y un 16,5% usó marihuana en este período, lo cual sugiere una paulatina migración de los cigarrillos tradicionales hacia los denominados “porros”, o bien un uso mixto. La edad de inicio en el consumo de drogas se ubica, en promedio, entre los 13 y los 14 años de edad, aunque cabe destacar que se detectaron registros por debajo de los 10 años. Y si bien el consumo de otras drogas ilícitas (como la cocaína o la pasta base) no es significativo en términos estadísticos, sí cabe destacar que los estudios en población escolarizada, desarrollados por la Municipalidad de Chascomús en 2017 y 2019 , no registraban consumo de paco por entonces. 

Con respecto a la percepción de riesgo, el consumo ocasional de alcohol es considerado inocuo por el 30% de los encuestados. El uso experimental u ocasional de marihuana no es visto como de gran riesgo, y un 15% de los encuestados cree que fumar marihuana alguna vez es inocuo. Y con respecto a la dimensión “accesibilidad”, los resultados indican que para el 83% de los encuestados resultaría fácil conseguir alcohol (droga legal cuyo expendio está prohibido por ley a menores de 18 años). Para el 43% de los adolescentes es fácil conseguir marihuana.

El entorno social analizado a partir del grupo de pares y del rol de los padres constituye otro factor de riesgo o de protección, según se configura en sus extremos. Las respuestas indican que 2 de cada 10 adolescentes creen que sus amigos demostrarían una actitud de indiferencia frente al consumo de marihuana. Pero a diferencia de la dimensión anterior, 9 de cada 10 adolescentes percibe que sus padres sí reprocharían el consumo de drogas ilegales en general.

Atento al efecto que tiene el tráfico de drogas sobre el deterioro del espacio público, particularmente en los barrios más vulnerables, la segunda parte del informe de la Coalición Comunitaria Chascomús dimensiona la percepción de la población general sobre temáticas vinculadas con el narcomenudeo en su entorno residencial, la inseguridad, los imaginarios y posibles causales por los cuales los niños, niñas y adolescentes de la ciudad consumen sustancias.

La mitad de los vecinos encuestados asegura que en la manzana/barrio donde vive tiene problemas de delincuencia/seguridad y de consumo/venta de drogas. Y para casi 6 de cada 10 encuestados, tanto los problemas de inseguridad como el consumo de drogas se han agravado en los últimos cinco años, lo que marcaría una posible relación entre el consumo de sustancias y la percepción de inseguridad.

Para casi 8 de cada 10 encuestados, la sustancia más consumida por los menores de 18 años es la marihuana, no el alcohol. Esto determina una diferencia entre percepción social y evidencia. Para los vecinos de Chascomús, entre los principales motivos por los cuales los menores de 18 años consumen drogas se destaca "amistades y pertenencia a un grupo" (67%), "falta de educación y/o límites" (55%) y “oferta y disponibilidad permanentes” (49%).

Cabe recordar que desde el inicio de su trabajo internacional, Coaliciones Comunitarias Antidrogas de América (CADCA por su sigla en inglés) ha ayudado a crear más de doscientas coaliciones en veintitrés países en cinco continentes. En nuestro país, sólo Bahía Blanca y Chascomús han avanzado en este modelo de prevención comunitaria que conecta a múltiples áreas sectores (gobierno, salud, educación, seguridad, juventud, cámaras empresariales, sociedades vecinales, y organizaciones religiosas, entre otras) para cooperar entre sí y desarrollar planes, políticas y estrategias dirigidos a lograr reducciones en los índices del consumo de drogas a nivel local.

Los datos recopilados por la Coalición Comunitaria Chascomús permitirán contar con una línea de base confiable a los efectos de establecer un marco lógico de acción, realizar un monitoreo y un ajuste periódico de las intervenciones preventivas comunitarias que se definan. También ofrecer un insumo al gobierno municipal local para una mejor comprensión del fenómeno y la definición de políticas públicas en este campo.

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2 ago 2023

La marihuana no sería más efectiva que un placebo

El cannabis es una de las drogas más consumidas en el mundo. Si bien solo hay unos pocos países donde el cannabis es legal para uso recreativo, muchos más países han legalizado el uso de cannabis por razones médicas.

Reducir el dolor es una de las razones más comunes por las que las personas informan que usan cannabis medicinal. Según una encuesta nacional de EE. UU., al 17 % de los encuestados que informaron haber consumido cannabis en el último año se les había recetado cannabis medicinal. Cuando se trata de la automedicación, las cifras son aún más altas: se estima que entre el 17 y el 30 % de los adultos en América del Norte, Europa y Australia informan que la usan para controlar el dolor.

Aunque el cannabis (y los productos derivados del cannabis, como el CBD) pueden usarse ampliamente para reducir el dolor, aún no está claro qué tan efectivo es para hacerlo. Esto es lo que nuestra reciente revisión sistemática y metanálisis intentaron descubrir. Nuestro estudio, publicado en el Journal of the American Medical Association, sugiere que el cannabis no es mejor para aliviar el dolor que un placebo.

Para realizar nuestro estudio, analizamos los resultados de ensayos controlados aleatorios en los que se comparó el cannabis con un placebo para el tratamiento del dolor clínico. Se incluyeron específicamente estudios que compararon el cambio en la intensidad del dolor antes y después del tratamiento. En total, analizamos 20 estudios en los que participaron casi 1500 personas en total.

Los estudios que incluimos analizaron una variedad de condiciones de dolor diferentes (como el dolor neuropático, que es causado por daño a los nervios y la esclerosis múltiple) y tipos de productos de cannabis, incluidos THC, CBD y cannabis sintético (como la nabilona). Estos tratamientos se administraron en una variedad de formas, incluso a través de píldoras, aerosoles, aceite y humo.

La mayoría de los participantes del estudio eran mujeres (62 %) y tenían entre 33 y 62 años. La mayoría de los estudios se realizaron en los EE. UU., el Reino Unido o Canadá, aunque también incluimos estudios de Brasil, Bélgica, Alemania, Francia, los Países Bajos, Israel, República Checa y España.

Nuestra revisión incluyó estudios que analizaron una variedad de productos de cannabis diferentes. Bukhta Yurii/Shutterstock

Nuestro metanálisis mostró que el dolor se calificó como significativamente menos intenso después del tratamiento con un placebo, con un efecto de moderado a grande dependiendo de cada persona. Nuestro equipo tampoco observó diferencias significativas entre el cannabis y un placebo para reducir el dolor.

Esto corrobora los resultados de un metanálisis de 2021 . De hecho, este metanálisis de 2021 también encontró que los estudios de mayor calidad con mejores procedimientos de cegamiento (en los que ni los participantes ni los investigadores saben quién está recibiendo el principio activo) en realidad tuvieron respuestas de placebo más altas. Esto sugiere que algunos ensayos de cannabis controlados con placebo no logran garantizar el cegamiento correcto, lo que puede haber llevado a una sobreestimación de la eficacia del cannabis medicinal.

Nuestro estudio también reveló que muchos participantes pueden distinguir entre un placebo y el cannabis activo, a pesar de tener el mismo olor, sabor y apariencia. Si son conscientes de que reciben o no cannabinoides, es más probable que proporcionen una evaluación sesgada de la eficacia de la intervención. Entonces, para garantizar que los investigadores observen el efecto real del cannabis, los participantes no pueden saber lo que reciben.

Nuestro estudio también examinó la forma en que los medios de comunicación y las revistas académicas cubrieron los estudios para ver si se relacionaba con el efecto terapéutico informado por los participantes. Hicimos esto porque la investigación ha demostrado que la cobertura de los medios y la información en Internet pueden afectar las expectativas que una persona tiene de un tratamiento.

La presencia en los medios se midió a través de Altmetric, que es un método para evaluar las menciones de un estudio en los medios, blogs y redes sociales. El impacto académico se midió en términos de citas de otros investigadores. Encontramos un total de 136 noticias en medios y blogs.

Clasificamos la cobertura como positiva, negativa o neutral según cómo se presentaran los resultados con respecto a la efectividad del cannabis para tratar el dolor. La gran mayoría de las noticias informaron que el cannabis tenía un efecto positivo para tratar el dolor. Esto significa que la cobertura de los medios sobre el cannabis tiende a ser positiva, independientemente de cuáles hayan sido realmente los resultados de un estudio.

Existen numerosos ejemplos de la relación entre las expectativas de tratamiento y las respuestas al placebo . Si una persona cree que experimentará un alivio de su dolor usando un determinado producto o tratamiento, esto puede cambiar la forma en que terminan percibiendo las señales de dolor entrantes, haciéndoles pensar que su dolor es menos severo. La evidencia reciente sugiere que el efecto placebo puede funcionar incluso si se nos presentan pruebas que contradicen nuestras expectativas iniciales .

No podemos decir con 100% de certeza que la cobertura de los medios sea responsable de la alta respuesta al placebo observada en nuestra revisión. Pero dado que se demostró que los placebos son tan buenos como el cannabis para controlar el dolor, nuestros resultados muestran cuán importante es pensar en el efecto placebo y cómo puede verse influenciado por factores externos, como la cobertura de los medios. Para los tratamientos, como los cannabinoides, que reciben mucha atención de los medios, debemos ser más rigurosos en nuestros ensayos clínicos.

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Legalizar la marihuana, un tema de espaldas a la agenda de la gente


A menudo se dice que existe una grieta en la agenda pública, un desfasaje entre el conjunto de problemas que verdaderamente preocupan a una sociedad en un momento determinado y los problemas considerados prioritarios por un gobierno. Abundan los ejemplos en torno a temas vinculados con las libertades y la ampliación de derechos (eutanasia, aborto, adopción homoparental, lenguaje inclusivo o la ESI), algunos más arraigados que otros en el imaginario social. Pero en esta breve reflexión voy a detenerme en un debate que a menudo parece zanjado desde los medios de comunicación, pero sobre el que aún existen importantes reparos a considerarlo como una demanda social genuina: la legalización de la marihuana.

Recojo algunos interesantes datos que arroja el segundo informe del Observatorio Pulsar.UBA, que busca identificar las principales posiciones de la sociedad sobre valores públicos en disputa desde una perspectiva de polarización y creencias sociales (ideas que han sido aceptadas o tomadas como verdaderas de acuerdo con algunas razones sociales, y que varían de acuerdo a un determinado contexto). El 64 por ciento de los argentinos está “poco/nada de acuerdo” con la legalización de esta droga. Hilando más fino en la composición porcentual, casi la mitad de la población (47 por ciento) está “nada de acuerdo”.

Si uno se introduce en el análisis de datos según el agrupamiento por franja etárea, nivel socioeconómico, zonificación y pertenencia política, se desprenden nuevas variables que apuntalan la idea de que la agenda sistémica y la agenda de gobierno transitan por andariveles separados, y que existiría un claro sesgo ideológico en la definición de políticas públicas en este campo.

Para empezar, es sumamente particular que no existan variaciones significativas en el rechazo a la legalización de la marihuana en función de la edad. Si bien el mayor desacuerdo se da en los mayores de 50 años, uno podría suponer que son los jóvenes adultos los que expresarían posiciones más favorables a esta flexibilización normativa. Esto no sucede.

Otro imaginario social, que el informe derriba con contundencia, tiene que ver con la vinculación tan común entre uso de drogas, delito y marginalidad. En este sentido, se partiría del prejuicio de que los sectores socialmente más vulnerables son los que debieran expresar niveles de aprobación más altos a la legalización de la marihuana. En contraposición, los sectores de alto poder adquisitivo se expresarían en sentido opuesto. La hipótesis es errónea: el 72 por ciento de los encuestados de nivel socioeconómico bajo está “poco/nada de acuerdo” con la legalización.

Del mismo modo, la mayor aceptación se da en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La legalización pareciera ser una preocupación esencialmente metropolitana, sin impacto dentro de la agenda de preocupaciones de los habitantes del Gran Buenos Aires o del interior del país.

La última segmentación del estudio “Creencias sociales” del Observatorio Pulsar.UBA. tiene que ver con una dimensión política-ideológica. En este sentido, el votante de Juntos por el Cambio expresa el mayor rechazo y el apoyo más bajo, mientras que el votante de La Libertad Avanza representa los niveles de mayor aprobación. Resulta particular que tratándose de un sector que se referencia en el mismo signo político de un gobierno que ha venido impulsando el renovado “enfoque de derechos” en materia de consumo de drogas, seis de cada diez votantes de Unidos por la Patria están “poco/nada de acuerdo” con la legalización.

Frente a este escenario descrito, resulta claro que existe un posicionamiento ideológico detrás de la forzada instalación en la agenda pública de un tema que no es prioridad para una enorme mayoría de personas en Argentina. Sin embargo, la obstinada persistencia de ciertos actores me empuja a pensar que lejos de tratarse de una cuestión de libertades individuales y ampliación de derechos, lo que existe es una predisposición a crear las condiciones para la expansión del nuevo gran tabaco de este siglo. Está en nosotros quitarle el disfraz progresista a este tipo de iniciativas corporativas, que sólo buscan hacer negocio a costa de la salud de miles y miles de personas.

Columna publicada originamente en INFOBAE
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1 ago 2023

Apuntes sobre drogas, comunicación y políticas públicas

Hace tiempo se debate sobre el rol que los medios de comunicación deben jugar al momento de contribuir a la prevención del uso de drogas, lo que comúnmente encuadra bajo el parámetro de un factor de protección. Esta discusión, con el paso de los años, se ha tornado anacrónica en función del enfoque que uno escoja para analizar ese pretendido rol social que, aquellos que trabajamos en el campo de la reducción de la demanda, anhelamos impregnarle a las noticias periodísticas sobre el fenómeno de las adicciones.

Mientras escribo estas líneas vienen a mi mente las palabras de un ex jefe de redacción de un importantísimo periodico de la Argentina, para quien la única obligación ética de los medios es ganar dinero. Desde una mirada filosófica-normativa, quizás un posicionamiento personal algo naif que aún me remite a la ética profesional, el amor por la verdad, el servicio del bien común, la independencia de criterio, la libertad, la objetividad y la responsabilidad social compartida, ¿existirá margen para ahondar en esta discusión acerca de cómo deberían ser los medios de comunicación y el desempeño periodístico en relación al tema drogas? ¿Aún queda espacio para la capacitación y la pedagogía formativa, para las recomendaciones de estilo sobre cómo comunicar mejor sobre esta problemática, para fomentar la construcción de una cultura preventiva desde la prensa y con los profesionales del rubro?

No es que se pretenda depositar una expectativa adicional sobre el ejercicio del periodismo. Pero la idea de servicio hacia los demás, como centro de una vocación pública, debería ser una premisa a respetar por encima de cualquier otra exigencia. Sin embargo, no sin cierta desilusión, y fruto de la experiencia acumulada en el campo de la comunicación sobre drogas en estos veinte años, me permito responderme que ya es tiempo de accionar sobre la macro-teoría de cómo son en realidad los medios de comunicación en la actualidad, destejer la enorme complejidad operativa de su funcionamiento, poner a la luz los atravesamientos políticos-ideológicos-económicos del modelo mediático existente y explicar, desde otra perspectiva menos utópica y más cruda, por que qué son tan importantes los medios no sólo en materia de prevención, sino desde la comprensión misma del fenómeno, su problematización y su visibilización pública.

A saber: De forma subjetiva y subliminal, los medios masivos de comunicación juegan un papel trascendental en la conformación de imaginarios sociales, definen la agenda-setting e inciden en la problematización/políticas públicas. Ni más ni menos.

¿Qué entendemos por imaginarios? Son un conjunto de representaciones globales y totalizadoras de una sociedad, donde los valores, las creencias, las ideas, los símbolos y las apreciaciones se integran, cual mojones de comportamiento más allá de las leyes escritas, para definir lo tolerado, lo admitido y lo reprochado en un unas coordenadas espacio-temporales específicas. En este universo mediado, la realidad no es más que un conjunto de creencias socialmente compartidas, como guiones de conocimiento, como patrones interpretativos. Y por ser los principales instrumentadores del acceso público a lo que se considera realidad, son los medios de comunicación los que desempeñan un rol preponderante en la construcción de estos imaginarios sociales.

Aristóteles diferenciaba entre el saber de lo fáctico y lo factible, en tanto conocimiento de lo dado por la naturaleza y conocimiento del hacer por la persona humana. Si lo natural no puede ser de otra manera que como es, las construcciones humanas, en cambio, sí podrían haber sido de otra manera. Pero al haberse elegida una manera, se han desechado otras tantas posibilidades.

Vale el ejemplo. Poco importa entonces si la efectividad del cannabis en términos terapéuticos (beneficios/perjuicios) aún no está debidamente comprobada desde la ciencia, o si a nivel mundial las convenciones mantienen a esta droga dentro de las sustancias sujetas a fiscalización y control debido a su capacidad adictiva. En estos casos ya no importa lo que algo es, sino lo que la mayoría de la gente cree que algo es. Usando lo medicinal como Caballo de Troya para modelar la tolerancia social, en los últimos años el consumo de marihuana ha venido en aumento en todo el mundo. Según el último Reporte Mundial sobre Drogas de la ONU, en el 2020 más del 4% de la población global entre 15–64 (209 millones) han usado cannabis el último año, lo que representa un incremento del 8% en la prevalencia de consumo versus la medición del 2010.

Estamos ante una práctica que hace décadas no era considerada “normal” (resalto el uso de comillas) y hoy es un comportamiento de cierto modo “esperable” a través del filtro de los imaginarios, y que no es pasible de reproche porque se ha naturalizado y extendido.

Otro fenómeno de modelaje en el que incurren los medios masivos de comunicación es el decirnos no sólo sobre qué tenemos que pensar, sino cómo pensar e incluso hasta cómo actuar. Tal es así que la gente sin análisis crítico del discurso periodístico (quizás la mayoría) tiende a incluir/excluir de sus propios conocimientos lo que los medios masivos incluyen/ excluyen de su propio contenido. Por continuar con el mismo ejemplo del párrafo anterior, si cada vez son menos las noticias que hablan de los perjuicios para la salud del uso de cannabis y más las que se publican exaltando los beneficios cuasi panaceicos de esta droga, o incluso las potencialidades de desarrollo económico-productivo de su industria y comercialización, tanto por cantidad como por contenido informativo la determinación de la agenda es evidente.

Por último, existen dos requisitos casi esenciales para que un Estado manifieste una determinada modalidad de intervención en relación a una cuestión que concite la atención, el interés o la movilización de otros actores de la sociedad civil: la visibilización del fenómeno y su problematización. En ambas, los medios de comunicación son actores más que necesarios. Me centraré en la segunda condición, siempre desde un enfoque de políticas públicas sobre drogas.

Un problema es una construcción subjetiva de un observador. Actores distintos entienden y reflejan un fenómeno desde sus intereses y sistema de valores. Pero la realidad es que no todos tienen el mismo acceso a los medios de comunicación para poder darle visibilidad, o bien el tema en cuestión no tenga el valor-noticia necesario para trascender, o bien la línea editorial del medio filtre los contenidos que se oponen a sus intereses ideológicos-políticos-económicos. Todo esto puede suceder en este universo subjetivo en el que el problema del uso, abuso y dependencia a las drogas, paulatinamente, dejó de ser un problema, en una extraña sinergia retroalimentativa que nace en el precoz modelaje de imaginarios, en la definición de la agenda setting, en la invisibilización de la temática “drogas” en los grandes medios de comunicación y en un «Laissez faire et laissez passer» por parte del Estado.

¿Cómo llegamos a este escenario? Me permitiré una hipótesis como cierre (o como nuevo principio). Si el dominio privilegiado de la ideología, el lugar donde ejerce directamente su función, es en el discurso; si el discurso mediático sobre drogas no obedece al azar sino a la intención ideológica del emisor; si los medios masivos de comunicación seleccionan fragmentos de un todo, descontextualizan, contextualizan y los integran en un discurso que, en el caso de la marihuana en especial, conlleva una determinada visión… no es difícil entender qué grupos económicos mueven los hilos invisibles en esta “guerra” que ya no es bélica, sino cultural y comunicacional.

Quien monopoliza el discurso público lo controla todo. Hace años que lo entendieron, y actúan en consecuencia. Jaque mate.

Columna publicada originalmente en lasdrogas.info

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