No existe una base única y centralizada con indicadores que den cuenta de un fenómeno cada vez más habitual y creciente en Argentina. Pero el repetido hallazgo de rastros de drogas en los análisis realizados a bebés recién nacidos en hospitales de todo el país revela una incidencia cada vez mayor de adicciones entre mujeres embarazadas, que exige políticas efectivas de prevención y estrategias integrales de acompañamiento.
La última información remite al Ministerio de Educación, Cultura e Infancias de la provincia de Mendoza. Entre abril del 2023 y el mismo mes de este año, 120 infantes dieron positivo por cocaína en la pesquisa temprana que se realiza luego del alumbramiento en todos los hospitales públicos y privados de la provincia. Y al compararlo con el año anterior, existe un crecimiento del consumo de drogas en el embarazo y también durante la lactancia. En 2022 se registraron 60 pequeños tóxicos positivos en cocaína.
Entre 2018 y 2020, en el servicio de Toxicología del Hospital de Niños de La Plata, el porcentaje de consultas por casos de consumo de sustancias peligrosas en neonatos y lactantes pasó de un 2% a un 8%. En 2020 representaron un 54,1% sobre el total. En base a las 1700 consultas contabilizadas, de las sustancias detectadas en sangre, el 35% resultó ser cocaína, el 22% marihuana, el 18% alcohol, el 10% tabaco y el resto se reparte entre LSD, benzodiacepina y otras desconocidas.
El consumo de drogas durante un embarazo predispone a la prematurez y al retraso del crecimiento intrauterino. Habitualmente son bebés que dentro de la panza de la madre no alcanzan los estándares del crecimiento. Tienen baja talla, poco peso y un perímetro encefálico por debajo de los valores normales. Existe riesgo también de hemorragia cerebral. En estos casos, aumenta el riesgo de hemorragia materna y el desprendimiento de placenta, lo que lleva a una prematurez del niño. Estas cuestiones son sumamente complicadas y riesgosas tanto para la madre como para el recién nacido.
Cuando el bebé que nace fue expuesto al consumo de sustancias se desarrolla un posible síndrome de abstinencia (por interrupción brusca de la sustancia con el corte del cordón umbilical) dentro de la primera semana de vida. Pueden aparecer apneas, dificultad para adaptarse a la vida extrauterina, iirritabilidad, trastornos en el sueño, rechazo a la alimentación, frecuencia cardiaca elevada e incluso convulsiones. También riesgo de muerte súbita. A largo plazo están descritas afecciones en el neurodesarrollo de los niños como déficit intelectuales, motrices, en la comunicación.
¿Y cuánto tiempo dura el síndrome de abstinencia neonatal? Según el daño que haya causado la sustancia en el organismo del bebé, puede haber consecuencias irreversibles. Una célula nerviosa dañada no se regenera. Pero, lo que refiere al tratamiento de desintoxicación al que se someten los nenes, tiene una extensión diferente según el caso que puede superar las dos semanas.
En el caso de no accionaer de forma holística, y de no realizar un acompañamiento integral, es probable que la transferencia de sustancias psicactivas se siga dando luego a través de la lactancia. al ser las drogas hidro y liposolubles, la leche materna es un vehículo favorable para que se absorba en el aparato digestivo del niño lactante. Por ello es que estrictamente se debería contraindicar la lactancia, y sugerirle a la mamá que se alimente con fórmula.