9 ene 2025

Los precios proporcionales en la compra de alcohol podrían influir en los hábitos de consumo

El tamaño de las porciones, botellas y vasos de las bebidas alcohólicas influyen en el consumo de alcohol. Las personas consumen menos alcohol si el alcohol se sirve en porciones más pequeñas o se consume en botellas más pequeñas y los restaurantes venden más vino cuando se reemplaza la cristalería estándar por vasos más grandes. Los productos de mayor tamaño tienden a tener un precio por litro más bajo que los productos más pequeños. Los consumidores informan que esta es una razón importante para comprar productos de mayor tamaño y que el aumento relativo del precio los disuade de cambiar a productos más pequeños. Las políticas que exigen precios proporcionales (es decir, aplicar el mismo precio por litro para todos los tamaños del mismo producto) pueden ser una contramedida eficaz, ya que reducirían el grado en que los productos de mayor tamaño implican una buena relación calidad-precio.

El estudio The effect of proportional pricing on alcohol purchasing in two online experiments tuvo como objetivo investigar cómo el precio proporcional influye en la compra de alcohol. En el estudio 1, los participantes fueron asignados a una de las tres versiones de la tarea en función de si eran bebedores habituales de cerveza, vino tinto o vodka. En el estudio 2, todos los participantes completaron la misma tarea con paquetes múltiples de cerveza. Se pidió a los participantes que imaginaran que compraban el alcohol que consumen habitualmente en una tienda para consumirlo en casa más tarde esa noche. También se les pidió que imaginaran que no tenían bebidas alcohólicas en casa, que no tenían la oportunidad de ir a una tienda diferente y que los productos que se les presentaban en cada prueba eran los únicos productos disponibles. Estas instrucciones se basaron en instrucciones estandarizadas que se han administrado con éxito en tareas de compra hipotética de alcohol.

En cada ensayo, a los participantes se les mostraron cuatro productos. Estos eran de dos marcas distintas con una opción de tamaño más pequeño y más grande para cada marca. Cada producto estaba acompañado de una etiqueta de precio que mostraba el precio del producto y el precio por litro. El estudio 2 utilizó tres tipos de ensayos para investigar cómo el precio proporcional afecta la compra de alcohol de productos vendidos en paquetes múltiples. El primer tipo presentó productos que diferían solo en el tamaño del envase, pero no en la cantidad del paquete múltiple (por ejemplo, un paquete de cuatro latas de 568 ml y un paquete de cuatro latas de 440 ml), que es equivalente al tipo de ensayo utilizado para el estudio 1. El segundo tipo presentó productos que diferían solo en la cantidad del paquete múltiple, pero no en el tamaño del producto (por ejemplo, un paquete de cuatro latas de 440 ml y un paquete de 10 latas de 440 ml). El tercer tipo presentó productos que diferían en la cantidad del paquete múltiple y el tamaño del envase (un paquete de cuatro latas de 568 ml y un paquete de 10 latas de 440 ml).

En ambos estudios, cada ensayo se presentó dos veces, una en la condición de precio estándar (utilizando el precio actual del supermercado por litro) y otra en la condición de precio proporcional utilizando el precio por litro del producto más pequeño de cada marca (estudio 1) o el producto con el precio más alto por litro de cada marca (estudio 2). En cada ensayo, los participantes indicaron cuántos de los productos comprarían para consumir.

Entre todos los tipos de bebidas en el estudio 1 combinados, hubo un efecto principal significativo de la condición de precio. Los participantes compraron 0,9 unidades menos en la condición de precio proporcional en comparación con el precio estándar. Hubo una interacción significativa entre la condición de precio y el tipo de prueba en el estudio 2 ( P  = 0,03). La interacción entre la condición de precio y las puntuaciones AUDIT no fue significativa.

Según el estudio, la fijación de precios proporcionales aumentó la proporción de alcohol comprado en productos más pequeños. Este efecto fue más fuerte en los bebedores más ligeros que en los más empedernidos. Esto sugiere que una vez que se elimina la consideración de la relación calidad-precio, los consumidores pueden preferir productos más pequeños. El cambio a productos más pequeños no es un resultado inevitable del diseño de la tarea, ya que los participantes que compraron productos grandes con precios estándar también podrían haber comprado exactamente los mismos productos (ya que la fijación de precios proporcionales tampoco les da una ventaja de precio a los productos más pequeños), cambiar a la otra marca dentro del ensayo y comprar la misma cantidad de productos grandes o comprar menos productos grandes.

A pesar del cambio parcial hacia bebidas más pequeñas, la fijación de precios proporcionales no influyó de manera consistente en la compra de alcohol entre todos los tipos de bebidas. La fijación de precios proporcionales condujo a reducciones en las unidades totales compradas en los envases múltiples de cerveza, con más productos en comparación con menos, pero no en otros tipos de envases múltiples de cerveza o productos de cerveza individuales. La fijación de precios proporcionales también condujo a una reducción en la compra de vodka, pero el efecto de la fijación de precios proporcionales en la compra de vino se vio moderado por el consumo riesgoso. Esto sugiere que el precio y el tamaño del producto pueden tener efectos únicos en la compra de diferentes tipos de bebidas.

En conclusión, este experimento demostró que la fijación de precios proporcionales puede reducir la compra de vodka y vino, y la compra de envases de cerveza de gran tamaño. Por lo tanto, la fijación de precios proporcionales puede ser una intervención prometedora para reducir el consumo de alcohol. 

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9 dic 2024

El consumo diario de cannabis de alta potencia aumenta significativamente el riesgo de psicosis

Existe una asociación bien establecida entre el cannabis y la psicosis, pero el papel subyacente de la genética en esta relación sigue sin estar claro. Una nueva investigación del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia (IoPPN) del King's College de Londres y South London y Maudsley NHS Foundation Trust sobre más de 145.000 casos ha demostrado que la carga genética de la esquizofrenia y el uso frecuente de cannabis tienen vínculos independientes con la probabilidad de desarrollar psicosis clínica.

Los investigadores utilizaron dos grandes conjuntos de datos para analizar la relación entre el consumo de cannabis, las puntuaciones de riesgo poligénico de esquizofrenia (PRS) y la psicosis. No encontraron pruebas de que el cannabis y los riesgos genéticos interactúen, lo que sugiere que estos factores influyen en la psicosis a través de vías separadas. El consumo diario de cannabis de alta potencia mostró el vínculo más fuerte con el riesgo de psicosis, independientemente de la predisposición genética. 

Los investigadores trabajaron con dos grandes conjuntos de datos para establecer puntuaciones de riesgo poligénico (PRS) para la esquizofrenia y el trastorno por consumo de cannabis para investigar su relación con la psicosis y los patrones de consumo de cannabis. Los datos procedían de la Red Europea de Redes Nacionales de Esquizofrenia que Estudian las Interacciones Gen-Ambiente (EU-GEI) y del Biobanco del Reino Unido, que son grandes cohortes que contienen datos sobre genética, consumo de cannabis declarado por los propios participantes y diagnósticos de psicosis. Hubo 1592 participantes de EU-GEI y 145.244 participantes del Biobanco del Reino Unido. 

En ambas muestras, el consumo frecuente de cannabis a lo largo de la vida se asoció con una mayor probabilidad de psicosis, y esta fue mayor entre los consumidores diarios de cannabis de alta potencia. El cannabis de alta potencia se definió como aquel que tenía un contenido de tetrahidrocannabinol (THC) delta-9 del 10 por ciento o más.

Esta relación se mantuvo igual cuando los investigadores tomaron en cuenta el PRS para la esquizofrenia, lo que sugiere que el riesgo ambiental del consumo de cannabis para la psicosis es independiente del riesgo genético. A través de un análisis más profundo del uso de cannabis en diferentes frecuencias y potencias, quedó demostrado que el mayor riesgo de psicosis se da en aquellos con mayor predisposición genética a la esquizofrenia que consumen cannabis de alta potencia a diario.

Estos son hallazgos importantes en un momento en que el consumo y la potencia del cannabis están aumentando en todo el mundo. El estudio The impact of schizophrenia genetic load and heavy cannabis use on the risk of psychotic disorder in the EU-GEI case-control and UK Biobank studies indica que los consumidores diarios de cannabis de alta potencia tienen un mayor riesgo de desarrollar psicosis independientemente de su puntuación de riesgo poligénico para la esquizofrenia.

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25 nov 2024

Informe revela alarmante prevalencia de consumo de alcohol entre adolescentes de Buenos Aires


“Realizamos el mayor estudio específico sobre consumo de alcohol por parte de jóvenes escolarizados bonaerenses, una muestra inédita de 18.000 personas de entre 12 y 21 años con una tasa de respuesta del 95,7%,”, destacó Walter Martello, Defensor del Pueblo Adjunto de Buenos Aires y responsable del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos en dicho organismo.

Esta investigación, que se presentó hoy en la Defensoría en el marco del Día Mundial sin Alcohol que se celebra el 15 de noviembre, es parte de una serie de estudios periódicos que realiza el Observatorio desde 2017 con el objetivo de monitorear y proponer políticas públicas efectivas.

La evidencia arroja preocupantes datos sobre el consumo de alcohol. Entre los hallazgos más importantes se destacan:

👉 68% de los encuestados consumió alcohol alguna vez en su vida, con una mayor prevalencia entre las mujeres (71,62%), en comparación con los hombres (67,23%) y personas con otras identidades de género (70,80%). 

👉 El 56% de los adolescentes de entre 12 y 15 años ya probó alcohol, lo que subraya la necesidad urgente de una intervención temprana.

👉 El consumo no es esporádico: el 91% de los jóvenes que alguna vez consumieron alcohol lo hicieron en el último año y el 64,95% en el último mes, con una prevalencia ligeramente mayor en mujeres.

👉 Más del 13% de los encuestados admitió haber bebido cinco o más copas de alcohol en una sola ocasión, lo que indica un consumo episódico excesivo o "Binge Drinking", una conducta peligrosa que aumenta el riesgo de daño físico y psicológico.

👉 En cuanto a la edad de inicio, el 71,5% de los adolescentes comenzó a consumir alcohol antes de los 15 años, y un preocupante 12,41% lo hizo antes de los 12 años.

👉 Más del 40% de los encuestados, en su mayoría menores de edad, compró el alcohol por su cuenta.

👉 Más del 31% manifestó hacerlo con frecuencia diaria o semanal.

👉 La preferencia por el fernet está bien marcada entre los encuestados varones (34%), mientras que las mujeres registran niveles muy similares en sus preferencias respecto a esa bebida (27,76%) y el vodka (26,66%).

👉 Una de las situaciones más complejas es la relacionada con los jóvenes que se suben a un automóvil conducido por alguien que consumió alcohol. Los resultados muestran que más del 36% de las jóvenes reconocen haber pasado por este tipo de situaciones con todos los riesgos que implica.

Estos informes periódicos se consolidan como una herramienta vital para la creación de políticas públicas orientadas a la protección de los jóvenes y la prevención de adicciones. No podemos seguir hablándole a los adolescentes con el lenguaje del siglo XX, mientras la industria del alcohol avanza agresivamente en redes sociales

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4 nov 2024

Sobre la percepción del riesgo de estudiantes universitarios sobre el uso de alcohol, tabaco y marihuana

¿Qué percepciones tiene la comunidad universitaria estudiantil sobre el riesgo de consumir sustancias adictivas? ¿Cómo viven y a quién recurren a la hora de pedir ayuda? Estas fueron algunas cuestiones abordadas por un equipo interdisciplinario de la Universidad Nacional de Córdoba. La encuesta “Percepciones, riesgo y consumo de sustancias psicoactivas en estudiantes universitarios” reveló que el alcohol, la marihuana y el cigarrillo son las sustancias predilectas entre estudiantes que consumen. Además, la noción de riesgo entre una y otra es muy diferente.

Este estudio por encuesta, de tipo transversal, fue realizado entre diciembre de 2022 y marzo de 2023. Abarcó una muestra representativa de más de cinco mil integrantes de la comunidad estudiantil, que respondieron un cuestionario que indagó sobre la percepción de riesgo que tienen sobre la marihuana, la cocaína y otras drogas. El cuestionario también abordó temas más amplios, como hábitos de sueño, nivel de satisfacción con la carrera y cómo destinan el tiempo libre. Se analizaron las respuestas de más de cinco mil estudiantes de las 15 facultades, en una muestra representativa que abarcó el 3% de esa población.

El análisis demostró que el alcohol, el tabaco y la marihuana son las sustancias adictivas que más prevalecen entre estudiantes que consumen. La edad de inicio se ubicó en un promedio de 19 años. Otro dato significativo fue que el 49% del total probó alguna vez marihuana. De esas personas, 39% ingirió cannabis en formatos comestibles (tortas, brownies). El estudio descubrió que la mayoría experimentó risa sin motivo, cambios en el estado de ánimo y dificultades de coordinación motriz. Respecto al resto de las sustancias de abuso, 13% refirió haber ingerido al menos una vez ansiolíticos. La lista siguió de esta manera: cocaína (6%), alucinógenos (9%), solventes (2%) y crack (0,4%).

Un 32% refirió haber tenido relaciones sexuales bajo los efectos de alguna sustancia psicoactiva y 8% tuvo alguna vez una infección de transmisión sexual como resultado de relaciones sexuales sin protección, estando bajo los efectos del alcohol u otras drogas.

El cuestionario reveló también importantes datos sobre la vida cotidiana de este segmento de la comunidad universitaria. Por caso, el 52% manifestó problemas a la hora de conciliar el sueño y 41% dijo que había perdido la confianza en sí mismo.

En general, los niveles de satisfacción con la carrera y las actividades destinadas durante el tiempo libre no demostraron algún indicio de vulnerabilidad “ni de situaciones que estén reflejando un cuadro con cierto nivel de deterioro o disfuncionalidad”, agregó la especialista.

Según la encuesta, 34% de estudiantes que consumen sustancias adictivas piensa en abandonarlas. Esto abre un nuevo capítulo que tiene que ver con la percepción de riesgo. Los resultados revelaron que la intención de abandonar el hábito es mayor en fumadores de tabaco, en relación con consumidores de marihuana. En el primer caso, 88% pensó en dejar de fumar y 77% lo intentó. En el caso del cannabis, 51% pensó en abandonarla y 38% lo intentó.

Los resultados preliminares de la encuesta “Percepciones, riesgo y consumo de sustancias psicoactivas en estudiantes universitarios” fueron presentados en diciembre del año pasado. Fue realizado por Gabriela Richard (directora de la Fundación para la Promoción de la Salud Humana), Sonia Uema (directora del Centro de Información de Medicamentos, de la Facultad de Ciencias Químicas, de la Universidad Nacional de Córdoba) y María José Rueda (jefa del Área de Prevención e Inmunización, del Hospital Nacional de Clínicas de Córdoba).

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24 oct 2024

El consumo de cannabis de alta potencia deja una una marca distintiva en el ADN

Una nueva investigación del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King's College de Londres y la Universidad de Exeter sugiere que el uso de cannabis con un contenido de delta-9 tetrahidrocannabinol (THC) del diez por ciento o más deja una huella en el ADN, relacionada con los mecanismos relacionados con el sistema inmunológico y la producción de energía. 

Asimismo, el efecto del uso de cannabis en el ADN es diferente en las personas que experimentan su primer episodio de psicosis en comparación con los usuarios que nunca han experimentado psicosis. Esto supondría que podría haber potencial para que los análisis de sangre de ADN ayuden a caracterizar a los usuarios con mayor riesgo de desarrollar psicosis, tanto en entornos de uso recreativo como medicinal, e implementar políticas preventivas.

Los investigadores exploraron los efectos del consumo de cannabis en la metilación del ADN, un proceso químico detectado en muestras de sangre que altera el funcionamiento de los genes (ya sea que estén activados o desactivados). La metilación del ADN es un tipo de cambio epigenético, lo que significa que altera la expresión genética sin afectar la secuencia del ADN en sí, y se considera un factor vital en la interacción entre los factores de riesgo y la salud mental. 

El equipo de laboratorio de la Universidad de Exeter realizó análisis complejos de la metilación del ADN en todo el genoma humano, utilizando muestras de sangre de personas que habían experimentado un primer episodio de psicosis y de aquellas que nunca habían tenido una experiencia psicótica.

El análisis mostró que los consumidores frecuentes de cannabis de alta potencia presentaban cambios en genes relacionados con la función mitocondrial e inmunitaria, que podría afectar la energía y la respuesta inmunitaria. Estos cambios no se explicaban por el efecto bien establecido que tiene el tabaco en la metilación del ADN, que la mayoría de los consumidores de cannabis suelen mezclar en los porros. Asimismo, estos cambios epigenéticos, determinados por el estilo de vida y las exposiciones, ofrecen una perspectiva valiosa sobre cómo el consumo de cannabis puede influir en la salud mental a través de vías biológicas. El estudio se efectuó sobre un total de 682 participantes

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