22 sept 2023

Los riesgos implícitos de las bebidas "cero alcohol"


Los productos sin alcohol no causan los daños físicos que sí están asociados con la ingesta de bebidas con graduación alcohólica. Sin embargo, no estarían exentos de riesgos. Porque aunque parezca una loable acción de responsabilidad social empresaria destinada a mitigar los efectos nocivos socio-sanitarios de la ingesta de alcohol, existe otra forma de interpretar esta iniciativa bastante usual en el mundo, y que en Argentina comienza a ganar espacio en las góndola: los factores sociales, ambientales y culturales que influyen en el comportamiento de beber.

Con artilugios de marketing, la industria ha creado un astuto troyano para imitar el sabor, la apariencia y hasta incluso el envase de las bebidas alcohólicas. Los productos sin alcohol se fabrican y envasan para parecerse a los que, a priori, vendrían a sustituir. Muchos incluso llevan la misma marca de la empresa que la versión alcohólica, lo que desdibuja las líneas entre las dos ofertas.

Toda esta forma de mercadotecnia de enfoque inverso utiliza características sinónimas de una marca (como los colores del etiquetado, la forma de la botella o el diseño de la fuente) sin publicitar el producto en sí, para extender la promoción de su marca a poblaciones y lugares donde la publicidad del alcohol pueden estar restringidas. 

Del mismo modo, se aumenta la familiaridad con la marca y el conocimiento de los productos alcohólicos entre aquellos que ahora son menores de edad, pero que pueden beber en el futuro. El mensaje hacia los menores de edad es que el consumo en general es aceptable, lo que configura un enorme factor de riesgo en tanto podrían servir como una puerta de entrada, un inicio temprano en el consumo de alcohol y otras prácticas riesgosas.

Asimismo, existen estudios que han encontrado que la exposición al marketing y la publicidad de productos sin alcohol da como resultado una mayor intención y probabilidades de comprar y consumir bebidas alcohólicas. 

Desde una perspectiva de salud pública, las personas con un trastorno por consumo de alcohol experimentan craving cuando consumen productos sin alcohol, y respuestas fisiológicas similares a las que ocurren al beber alcohol (aumento del ritmo cardíaco y sudoración) debido a que se activaría el mismo sistema de recompensa.

Otro tema a tener en cuenta con los marcos normativos y regulatorios. En Australia, por ejemplo, las bebidas sin alcohol están sujetas a la legislación sobre licencias para alimentos y no para las de bebidas alcohólicas. Esto significa que hay menos restricciones sobre dónde se exhiben, cómo se exhiben y cómo se comercializan.  También cómo se publicitan, y qué valores se promueven en tanto se presenta a estas bebidas como una diversión inofensiva. 

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15 sept 2023

¿Despenalizar la tenencia de drogas aumenta las muertes por sobredosis?


Principalmente debido a la epidemia de opioides, la tasa de mortalidad por sobredosis de drogas en los Estados Unidos se multiplicó por ocho entre 1983 y 2017. Entre 1999 y 2020, más de 500 mil estadounidenses murieron por el consumo de opioides. Una solución muy escuchada a esta crisis de salud pública es la despenalización de las drogas, con el argumento de que este tipo de medidas reduce el estigma asociado, reduce el gasto gubernamental en el sistema de justicia, fomenta prácticas de reducción de daños y se alienta a las personas que consumen drogas a buscar tratamiento. 

En el otro extremo, existe un fuerte escepticisimo acerca de si al eliminar las penalidades, la flexibilización no producirá un aumento del número de personas que consumen drogas. Un enfoque intermedio sugiere que la descriminalización es un paso necesario, pero no suficiente, y que debe ir acompañada de inversiones en salud pública. 

Un estudio publicado recientemente en el Journal of Health Economics contribuye a la literatura existente al proporcionar evidencia de un "experimento natural" sobre el efecto de la despenalización de las drogas en las muertes por sobredosis no intencionales, tomando como caso de investigación al estado de Oregón (EE.UU.).

La Medida 110, que se aprobó el 3 de noviembre de 2020 y entró en vigencia el 1° de febrero del 2021, estableció cantidades mínimas de posesión de drogas "duras" para consumo, modificó las penalidades y las transformó en pecuniarias, y convirtió a Oregón en el primer estado del país en despenalizar la posesión personal de drogas. La medida reclasificó la tenencia de hasta 40 unidades de LSD, hasta 12 gramos de psilocibina y psilocina, hasta 40 unidades de metadona y hasta 40 cápsulas de oxicodona como una infracción civil de Clase E. Una persona acusada de esta falta puede abonar una multa de 100 dólares o bien completar una evaluación de salud en un centro de recuperación de adicciones, o a través de una línea directa de orientación. 

Los arrestos por posesión de drogas disminuyeron en un 67% con respecto a sus niveles anteriores a la Medida 110. Pero a la par, según el estudio, la despenalización provocó un aumento del 23% en las muertes por sobredosis no intencionales. En junio del 2022, el Secretario de Estado de Oregón declaró: “Cuando los votantes aprobaron la Medida 110, lo hicimos porque queríamos cambiar una política en Oregón para mejorar las vidas de las personas, mejorar nuestras comunidades... y en los años posteriores, no hemos visto que eso suceda”. 

La explicación posible a este fenómeno es que la eliminacion de la sanción puede haber reducido la utilización del tratamiento entre las personas que lo necesitan: "Al menos a través del sistema de justicia penal, alguien tenía un camino hacia la recuperación, por muy defectuoso que fuera y por muy estigmatizante que fuera. Hay un montón de personas a las que ya no se les ofrece un camino hacia la recuperación si así lo eligen”, expresaba en 2022 el director ejecutivo de una organización sin fines de lucro para la recuperación de adicciones en Oregon.

Existen otros mecanismos posibles a través de los cuales la despenalización podría haber aumentado las muertes por sobredosis. Por el lado de la oferta, la despenalización puede haber facilitado que las personas vendan pequeñas cantidades de drogas. La oferta también puede aumentar si más proveedores ingresan a los mercados y/o compiten para ganar una nueva base de clientes. Y del lado de la demanda, la despenalización puede haber aumentado el consumo de drogas a nivel extensivo.

Desde una perspectiva jurídica-económica, el estudio también contribuye a la literatura que estudia cómo la legalidad de un producto influye en su demanda, y como la penalización actúa como un elemento disuasivo y como sustituto de su consumo. Si bien mayoritariamente se critica la "ley seca" impuesta en Estados Unidos, hay autores que encuentran que la prohibición constitucional del expendio de alcohol redujo los casos de cirrosis alcohólica entre un 10% y un 20%. 

Otro condicionante comparativo para evaluar la efectividad o no de este tipo de políticas son los contextos. Por ejemplo, la descriminalización en Portugal disminuyó las muertes relacionadas con el uso de sustancias. Pero la crisis de sobredosis de opioides fue mucho más grave en Oregón que en Portugal. Dicho en datos, en el 2000 Portugal tenía alrededor de 10 muertes por sobredosis de drogas por millón de habitantes, mientras que en el 2020 Oregón tenía 188 por millón de habitantes. 

Los detalles de ajuste fino de las políticas de despenalización de las dos jurisdicciones también tendrían incidencia. Por ejemplo, en Portugal la policía puede ordenar que alguien sorprendido consumiendo drogas en la vía pública asista a un tribunal especial. Y los casos de incomparecencia sí pueden dar lugar a sanciones penales, incluso con penas de reclusión. Oregón no dispuso de tal mecanismo en su normativa (algo que en Argentina si está previsto en las medidas socio-educativas de la ley 23.737).

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1 sept 2023

Detectan niveles elevados de metales en sangre y orina en usuarios de marihuana

La investigación "Niveles de metales en sangre y orina entre consumidores exclusivos de marihuana en NHANES (2005-2018)", publicada en la revista Environmental Health Perspectives, concluyó que la marihuana puede ser una fuente importante y poco reconocida de exposición al plomo y al cadmio. 

A pesar de la sólida literatura sobre los niveles de biomarcadores metálicos entre los fumadores de cigarrillos y la creciente evidencia de contenidos metálicos en los productos de marihuana, pocos estudios han informado niveles de biomarcadores metálicos entre los consumidores de marihuana. 

La contaminación por metales y metaloides de los productos de marihuana se produce durante el crecimiento, la producción y el consumo, lo que plantea posibles efectos nocivos para los usuarios finales. La planta de cannabis, de la que se deriva la marihuana, es una conocida hiperacumuladora de metales presentes en el agua, el suelo, los fertilizantes y los pesticidas. El humo de marihuana sin filtrar también contiene altas concentraciones de metales, y los dispositivos de vaporización han mostrado lixiviación de metales en los aerosoles de cannabis.

Debido a que la planta de cannabis es un conocido carroñero de metales, la hipótesis de la quepartierton los investigadores dela Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) es que las personas que informan un consumo actual de marihuana (ya sea exclusivamente de marihuana o combinado con tabaco) tendrían niveles más altos de biomarcadores metálicos que los que no consumen marihuana ni tabaco. 

Los resultados obtenidos indicaron que los participantes que informaron un uso exclusivo de marihuana en comparación con el uso de otros productos sin marihuana ni tabaco tuvieron niveles medios de cadmio en sangre estadísticamente significativamente más altos y niveles medios de plomo en sangre estadísticamente significativamente más altos.

Las intoxicaciones por metales pesados u otras sustancias químicas pueden provocar graves problemas de salud en los seres humanos que incluyen "daño a los órganos, cambios de comportamiento y dificultades con el pensamiento y la memoria", de acuerdo c on datos de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

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31 ago 2023

EE.UU registró un pico histórico de consumo de marihuana, alucinógenos y de abuso de alcohol

Según el estudio Monitoreando el Futuro (Monitoring the Future, MTF), encuesta anual sobre uso de sustancias y actitudes entre adultos de 19 a 60 años financiado por el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA), entre los adultos más jóvenes de 19 a 30 años, los informes de consumo de marihuana y alucinógenos en el último año, así como de vapeo de marihuana y nicotina, aumentaron significativamente en los últimos cinco años.

Con respecto al consumo excesivo de alcohol, si bien el mismo ha disminuido en general durante los últimos diez años entre los adultos más jóvenes, los adultos de 35 a 50 años informaron la prevalencia más alta de consumo excesivo de alcohol jamás registrada para este grupo de edad.

Los datos para la encuesta de adultos se recopilaron a través de encuestas en línea y en papel, desde abril de 2022 hasta octubre de 2022. Los investigadores dividieron los datos en dos tramos de edad para realizar análisis de tendencias: de 19 a 30 años y de 35 a 50 años.

Para la directora del NIDA, Nora Volkow, "comprender estas tendencias es un primer paso y es crucial que la investigación continúa iluminando cómo el uso de sustancias y los impactos relacionados con la salud pueden cambiar con el tiempo. Queremos asegurarnos de que las personas, desde las primeras hasta las últimas etapas de la edad adulta, cuenten con conocimientos actualizados para ayudar a fundamentar las decisiones relacionadas con el uso de sustancias”.

 Los hallazgos clave del MTF incluyen:

Marihuana: Para los adultos de 19 a 30 años, los porcentajes de aquellos que informaron haber consumido marihuana en el último año y haber consumido marihuana diariamente alcanzaron los niveles más altos jamás informados por el estudio. Aproximadamente el 44% de los encuestados en 2022 dijo haber usado marihuana en el último año, un aumento con respecto a cinco años atrás (35% de 2017) y 10 años (28% en 2012). El consumo diario de marihuana también alcanzó su nivel más alto reportado (11%), que fue mayor que hace cinco años (8% en 2017) y hace 10 años (6% en 2012). Los informes sobre el consumo de marihuana en el último año entre adultos de 35 a 50 años también alcanzaron un máximo histórico en 2022 (28%), duplicando el registro de hace 10 años (13% en 2012).

Vapeo: El 21% de los adultos de 19 a 30 años reportaron vapeo de marihuana durante el año, contra 19% del 2021. El vapeo de nicotina en el último año entre este grupo de adultos más jóvenes también alcanzó un máximo histórico en 2022 (24%), casi el doble de la tasa reportada hace cinco años en 2017 (14%), cuando se agregó la medida por primera vez. Entre los adultos de 35 a 50 años, los informes de vapeo de marihuana en el último año se mantuvieron en niveles similares (9% en 2022) desde 2019.

Alucinógenos: Entre los adultos de 19 a 30 años, el 8% informó haber consumido alucinógenos en el último año, significativamente más que hace cinco años (5% en 2017) y que hace 10 años (3% en 2012). Los tipos de alucinógenos informados por los participantes incluyeron LSD, MDMA, mescalina, peyote, hongos o psilocibina y PCP.  Entre adultos de 35 a 50 años, el consumo de alucinógenos en el último año alcanzó una prevalencia históricamente alta  duplicando el 2% del 2021.

Alcohol: Durante la última década, las tasas de consumo de alcohol (incluido el consumo en el último mes, el consumo diario y el consumo excesivo) han mostrado una tendencia general a la baja en adultos de 19 a 30 años. El consumo de alcohol en el último año aumentó ligeramente para este grupo de edad en 2022 (84%) en comparación con hace cinco años (82% en 2017). Por otra parte, el consumo de alcohol entre adultos de 35 a 50 años ha mostrado un aumento gradual en los últimos 10 años. El consumo excesivo de alcohol en este grupo de mayor edad también alcanzó sus niveles más altos (29 % en 2022 vs. 26% en 2021; 25% en 2017; 23% en 2012).

“Los comportamientos y la percepción pública sobre el consumo de drogas pueden cambiar rápidamente, según la disponibilidad de drogas y otros factores. Es importante realizar un seguimiento de esto para que los profesionales de la salud pública y las comunidades puedan estar preparados para responder”, explicó Megan Patrick, profesora de la Universidad de Michigan e investigadora principal del estudio MTF. 

Desde 1975, el estudio Monitoreando el Futuro (Monitoring the Future, MTF) ha estudiado anualmente los comportamientos y actitudes sobre el uso de sustancias entre muestras representativas a nivel nacional de estudiantes de octavo, décimo y duodécimo grado. El estudio longitudinal del MTF realiza encuestas de seguimiento en un subconjunto de participantes después del 12º grado para rastrear su consumo de drogas hasta la edad adulta. Después de la secundaria, los participantes son seguidos cada dos años hasta los 30 años, luego cada cinco años, y los participantes de mayor edad ahora tienen 60 años.

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25 ago 2023

Alertan sobre los riesgos de la exposición prenatal a la marihuana


A diferencia de lo que sucede con el conocimiento que se tiene sobre consumo de tabaco o de alcohol durante el embarazo, y los efectos negativos sobre la salud del feto o del neonato, los esfuerzos para advertir contra el uso de cannabis durante el embarazo están rezagados. Pero a medida que continúa acumulándose la evidencia de los efectos nocivos del consumo prenatal de esta sustancia, esta temática debe ser puesta de forma urgente a los efectos de generar conciencia pública, orientación médica y políticas públicas por parte de los gobiernos. 

Hace tiempo que en Argentina no existen estadísticas oficiales sobre uso de marihuana. El último informe de prevalencias en población general data del año 2017. Pero la evidencia empírica permite aseverar que durante los últimos años, el uso de marihuana durante el embarazo ha aumentado sustancialmente, en gran parte explicado por los cambios normativos que conducen a una mayor disponibilidad, a una menor percepción de riesgo y a una naturalización de su consumo.

Hoy, al amparo del concepto del uso "medicinal", y más allá de posibles patrones de dependencia previos, muchas personas acuden al cannabis para aliviar los síntomas de las náuseas, el insomnio, el dolor y el estrés durante el embarazo. Pero a pesar de los avances en la investigación y los cambios en las prácticas de salud pública, sigue existiendo una brecha significativa en el conocimiento sobre los efectos del consumo de cannabis y los resultados de salud perinatal.

Hasta el momenot se sabe que la exposición al cannabis en el útero está relacionada con resultados adversos entre los hijos, incluidos los pequeños para la edad gestacional, los ingresos a la unidad de cuidados intensivos neonatales y el parto prematuro. Además, la exposición prenatal al cannabis también se ha asociado con consecuencias en la infancia, como el trastorno del espectro autista y el trastorno por déficit de atención/hiperactividad, así como síntomas de psicopatología (incluidas experiencias de tipo psicótico, internalización, externalización, problemas de atención y problemas sociales y de pensamiento). El trastorno materno por consumo de cannabis también se ha relacionado con un mayor riesgo de partos prematuros, bajo peso al nacer y muerte dentro del año posterior al nacimiento.

Hallazgos recientes sugieren que el delta9-tetrahidrocannabinol (THC, principal componente psicoactivo del cannabis) puede afectar el transcriptoma (colección de todas las lecturas de genes presentes en una célula) placentario y el epigenoma (conjunto de compuestos químicos en contacto con el ADN, que modifican, o marcan, el genoma) placentario y fetal. El consumo materno de cannabis se asoció con cambios en el transcriptoma placentario como mediador del riesgo de problemas relacionados con la ansiedad en la primera infancia. En estudios en primates, los cambios inducidos por delta-9-THC estaban en genes involucrados en el desarrollo neurológico y el trastorno del espectro autista, lo que proporciona un posible mecanismo subyacente para la expresión génica alterada notificada y las anomalías neuro-conductuales

Aunque la mayor parte de la literatura existente se centra en los efectos del consumo materno de cannabis, existen hallazgos que resaltan la necesidad urgente de comprender mejor las contribuciones del consumo paterno de cannabis antes de la concepción y durante el embarazo.

Datos recientes también muestran que el consumo de cannabis paterno antes de la concepción también puede afectar negativamente la salud reproductiva y los resultados de la descendencia, incluido un menor peso al nacer, un mayor riesgo de aborto espontáneo y el síndrome de muerte súbita del lactante. Además, la exposición paterna al cannabis en humanos, en primates y en ratas está asociada con la metilación alterada del ADN espermático, en genes involucrados en el neurodesarrollo y el trastorno del espectro autista, con potencial transmisibilidad a futuro.

IDea: armmar sabías que? en alta, con el logo mio y el de bitacora, con dato difundible para prevención


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