El creciente uso legal del cannabis con fines recreativos y médicos ha generado una mayor preocupación por los posibles efectos secundarios del consumo a largo plazo, en particular en lo que respecta a los problemas de memoria y sueño. Hasta ahora, el efecto del consumo sobre el sueño y sobre la memoria solo se había estudiado por separado. Una investigación del Centro de Salud Cerebral de la Universidad de Texas, en colaboración con un equipo de la Universidad de Ámsterdam, vino a llenar este vacío al evaluar cómo el sueño afecta la memoria entre los consumidores de cannabis.
El estudio "El papel del sueño en el vínculo entre el consumo de cannabis y la función de la memoria: evidencia de un estudio transversal", se publicó recientemente en The American Journal of Drug and Alcohol Abuse.
Un total de 141 adultos con trastorno por consumo de cannabis (consumo de cannabis regularmente, más de 5 días a la semana) y 87 usuarios no actuales participaron en este estudio. Los participantes informaron sobre la frecuencia con la que habían tenido problemas de sueño durante la última semana, y completaron una variedad de evaluaciones cognitivas que evaluaron su memoria verbal, aprendizaje visoespacial y rendimiento de la memoria.
Los resultados revelaron que el grupo con TCC manifestó más problemas de sueño que el grupo sin TCC, y que esto también contribuyó a los problemas de memoria visoespacial. No hubo diferencias entre los dos grupos en el rendimiento de la memoria verbal.
"Aunque el sueño es una de las principales razones por las que la gente consume cannabis, nuestros hallazgos sugieren que el consumo de cannabis a largo plazo en realidad provoca un sueño más deficiente, lo que se asocia con una memoria más deficiente. Estos hallazgos son útiles para informar a los consumidores, médicos y legisladores sobre las consideraciones terapéuticas del cannabis, en particular en lo que respecta a su uso como ayuda para dormir" afirma la autora principal, Tracy Brown, estudiante de doctorado en psicología de la Universidad de Texas.
Para los investigadores, este estudio señala la importancia de analizar el sueño a la hora de evaluar los efectos del cannabis en la salud del cerebro.