La marihuana es la droga ilegal más consumida a nivel mundial. Las prevalencias de uso están aumentando debido a las flexibilizaciones normativas y legalización. El delta-9-THC es conocido por sus efectos psicoactivos y su potencial para inducir psicosis. En cambio el delta-8-THC, otro cannabinoide, está ganando popularidad a través de diversas vías de administración, y se lo ha vinculado a efectos adversos graves. El presente estudio revisó la literatura sobre los efectos psiquiátricos del delta-8-THC, particularmente la psicosis y las consecuencias graves para la salud mental, para destacar la necesidad de más investigación y regulación.
La búsqueda identificó 201 estudios, de los cuales 12 cumplieron con los criterios de inclusión para el análisis de texto completo. Se revisaron seis informes de casos, que involucraban a 9 pacientes. La mayoría de los pacientes eran hombres y tenían entre 20 y 30 años, con diversos antecedentes psiquiátricos, incluidos ausencia de antecedentes psiquiátricos, esquizofrenia, trastorno de estrés postraumático y trastorno de ansiedad generalizada. Los síntomas notificados incluyeron psicosis, labilidad del estado de ánimo y síndrome de hiperémesis cannabinoide. Los tratamientos variaron, con diferentes resultados clínicos.
Concluyendo, el delta-8-THC plantea riesgos psiquiátricos significativos a pesar de ser menos intoxicante que el delta-9-THC. La falta de regulación por parte de la FDA y la disponibilidad de productos con delta-8-THC aumentan estos riesgos.