24 oct 2024

El consumo de cannabis de alta potencia deja una una marca distintiva en el ADN

Una nueva investigación del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King's College de Londres y la Universidad de Exeter sugiere que el uso de cannabis con un contenido de delta-9 tetrahidrocannabinol (THC) del diez por ciento o más deja una huella en el ADN, relacionada con los mecanismos relacionados con el sistema inmunológico y la producción de energía. 

Asimismo, el efecto del uso de cannabis en el ADN es diferente en las personas que experimentan su primer episodio de psicosis en comparación con los usuarios que nunca han experimentado psicosis. Esto supondría que podría haber potencial para que los análisis de sangre de ADN ayuden a caracterizar a los usuarios con mayor riesgo de desarrollar psicosis, tanto en entornos de uso recreativo como medicinal, e implementar políticas preventivas.

Los investigadores exploraron los efectos del consumo de cannabis en la metilación del ADN, un proceso químico detectado en muestras de sangre que altera el funcionamiento de los genes (ya sea que estén activados o desactivados). La metilación del ADN es un tipo de cambio epigenético, lo que significa que altera la expresión genética sin afectar la secuencia del ADN en sí, y se considera un factor vital en la interacción entre los factores de riesgo y la salud mental. 

El equipo de laboratorio de la Universidad de Exeter realizó análisis complejos de la metilación del ADN en todo el genoma humano, utilizando muestras de sangre de personas que habían experimentado un primer episodio de psicosis y de aquellas que nunca habían tenido una experiencia psicótica.

El análisis mostró que los consumidores frecuentes de cannabis de alta potencia presentaban cambios en genes relacionados con la función mitocondrial e inmunitaria, que podría afectar la energía y la respuesta inmunitaria. Estos cambios no se explicaban por el efecto bien establecido que tiene el tabaco en la metilación del ADN, que la mayoría de los consumidores de cannabis suelen mezclar en los porros. Asimismo, estos cambios epigenéticos, determinados por el estilo de vida y las exposiciones, ofrecen una perspectiva valiosa sobre cómo el consumo de cannabis puede influir en la salud mental a través de vías biológicas. El estudio se efectuó sobre un total de 682 participantes

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